POLITICA

Los más y los menos: Pichetto se enojó y Saadi usó a María Soledad

Las ausencias, los contrapuntos, los cruces y lo que no se vio del debate que concluyó en la aprobación de la Ley de Medios del kirchnerismo.

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Al terminar la votación en general, personas que no habían sido autorizadas ingresaron a los palcos para celebrar el triunfo oficialista. De inmediato, el jefe del bloque kirchnerista, Miguel Pichetto, pidió el desalojo de esos espacios, con excepción de cuatro funcionarios del Comfer, que tenía autorización para estar en la sesión. Dijo que había asumido el compromiso de mantener un clima sin agresiones ni burlas. El debate tuvo un tono general menos confrontativo del que se esperaba en los días anteriores. Hubo interrupciones de los discursos, pero fueron pocas y no se escuchó ningún grito y expresión agresiva.

Las disidencias entre senadores fueron expresadas sin cargas de grandes emociones en un clima general de distensión y escasos momentos de tonos altos. Los palcos fueron dejados intencionalmente deshabitados de barras para evitar que influyeran en las horas de discusiones.

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--- Hubo cuatro senadores ausentes en la votación en general. Dos estaban en uso de licencia por problemas de salud, el oficialista Roberto Urquía y el radical Norberto Massoni. El tercero fue el ex presidente Carlos Menem, quien no concurrió al palacio del Congreso, pese a que sus voceros había anunciado con seguridad su presencia.
El cuarto fue el santiagueño radical Emilio Rached llegó tarde al momento de la votación e ingresó al recinto en momentos en que sus colegas habían iniciado el proceso de 10 segundos para apretar a los botos verdes, de aprobación, o rojo, de rechazo. Después participó de la votación de los artículos en particular.


--- Las deliberaciones tuvieron escasos momentos con picos de tensión. Uno de ellos lo creó el titular del radicalismo, Gerardo Morales, quien pidió una "cuestión de privilegio" contra la radical correntina, María Dora Sánchez, a la que acusó de "transfuguismo político, dos días después que la legisladora anunció que había decido revisar su posición y pasó de una total oposición al proyecto a otra en la que aprobó en general y en particular toda la legislación propuesta por el gobierno, para conseguir mejores condiciones económicas para su provincia.


--- Otro contrapunto llamativo que rompió por algunos momentos un monocorde sistema de exposición sin debate, lo produjo el catamarqueño Ramón Saadi, quien interrumpió la exposición de la cívica María Eugenia Estenssoro, para pedirle una "cuestión de privilegio" por haber considerado que la presencia de medios nacionales ayudaron a esclarecer el asesinato de María Soledad Morales y a intervenir la provincia en la década del 90.


--- El tucumano bussista Carlos Salazar se sintió maltratado por los medios de comunicació n porque anunciaron que había cambiado su postura de negación por la aprobación en general del proyecto. Dijo que ya había anticipado al Grupo Interbloque Federal que necesitaba estudiar más el tema para poder definirse. Sus colegas no recuerdan las circunstancias que narró el tucumano y siempre lo habían dado en una oposición cerrada.


--- La misionera Elida Vigo llegó en condiciones de salud delicada.  Estuvo por algunos minutos en su banca durante la mañana y después volvió para el momento de la votación en general y en particular. --- En salones anexos al recinto palpitaron el final de la votación los diputados Carlos Kunkel, Julio Piumato, el jefe de asesores de la Jefatura de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina y la titular del Inadi, María José Lubertino.  Tras la votación en general, ingresó a la sede del parlamento, el jefe de gabinete, Aníbal Fernández, quien siguió desde el Salón Rosa Eva Perón, los momentos finales de la sesión.

--- Durante gran parte de la tarde, hubo permanente rumores de una eventual visita al Congreso, del ex presidente Néstor Kirchner, pero esto finalmente no se produjo.

--- Las únicas consecuencias que tuvo la movilización en los senadores fueron las sacudidas que periódicamente producían las bombas de estruendo y algún comentario de una senadora oficialista de Mendoza quien en un exceso de entusiasmo mencionó que alrededor de 40 mil personas aguardaba la aprobación de la ley tras haberse reunido en forma absolutamente espontánea.

--- En uno de los últimos artículos, cuando ya se había definido el 161 que había generado expectativas de que convirtiera en un freno de la ley y su regreso a Diputados, el aparato de control electrónico defeccionó y debió votarse pasando lista de los 72 senadores que integra la nómina de senadores.

Fuente: DyN