De como los Obama aparecen en un libro al “estilo Kirchner”. La fuerza manifiesta o silenciosa de las mujeres en las distintas esferas del poder mundial es algo que ya no llama la atención sino que es una tendencia que suma –y a veces descarta– una nueva integrante. Cuando en enero de 2009 Barack Obama asumió, la presencia visual que su esposa ya marcaba durante los tramos finales de la campaña se potenció y fue un atractivo que aprovecharon los medios y el propio gobierno. Esta semana, en medio de la campaña por la reelección, apareció en los Estados Unidos The Obamas, un libro de Jodi Kantor, periodista de The New York Times, que “revela” cuán fuerte es Michelle Obama en la estructura de gobierno de su marido. Algunos “adelantados” argentinos, no pudieron evitar comparar esta situación con la que se dio, según algunos, en la primera presidencia de Néstor Kirchner cuando algunos sectores sostenían que Cristina era quien gobernaba; luego vino aquello del “doble comando”, pero ésa es otra historia. Los extractos del libro sobre los Obama que fueron apareciendo estos últimos días sirvieron para matizar tertulias al sol. La autora, Kantor, menciona dos adjetivos que alguna vez les adjudicaron a los Kirchner. Ella dice que dentro de la Casa Blanca el matrimonio presidencial está “aislado” y “en soledad”. También se señala la cuestión “territorial”: la mudanza de Chicago a Washington fue traumática; de hecho, las dos hijas vivieron en la primera ciudad mencionada y esa decisión la tomaron cuando en una visita previa a la asunción los Obama estuvieron con los Bush en la Casa Blanca y las chicas tuvieron un accidente en las escaleras. Aunque Florencia se adecuó perfectamente a Buenos Aires y a Olivos, su infancia fue en el sur, algo que está bien relatado en el libro de Sandra Russo sobre la Presidenta. Máximo, en cambio, se muestra inamovible de Río Gallegos y eso fue respetado por sus padres.
Controversia ‘Vogue’. Anna Wintour, la editora más poderosa en el universo de la moda, escribió en el sitio de internet de Vogue sobre Michelle Obama el día mismo de la asunción. Allí destacaba, entre otras cosas, el valor que podía representar para la industria de la moda norteamericana esta nueva presidenta. Sin mencionarlo directamente la ubicaba como una nueva versión de Jackie Kennedy. Era obvio que el objetivo inmediato de Wintour era tener a la primera dama en la portada lo antes posible. Esta negociación, relata Kantor en su libro, planteó un debate en la gestión Obama porque aún se encontraban en la etapa de “transición”. Finalmente, se hizo lo que quiso Michelle: fue la tapa de la edición de marzo de 2009. Según Kantor escribe, ella sintió que tenía que hacerlo porque había muy pocas mujeres negras en las tapas de las revistas de moda. Aunque los asesores le aconsejaron que era riesgoso que ella se mostrara alentando el consumo de lujo en medio de una crisis económica, Michelle no cedió y argumentó: “No tengo que posar con un vestido de 20 mil dólares (...) Hay un montón de jóvenes negras en Estados Unidos y yo quiero que ellas vean a una mujer de color en la tapa de Vogue”. ¡Y no se habló más! Las asociaciones de Cristina y su preocupación por la estética y no repetir vestuario ocuparon algunos capítulos y, aunque nunca posó para Para Ti, ese costado frívolo la acosa como una sombra permanente.
El “hombre”. Aunque no sabe si, en caso de viudez, Michelle podría referirse a Obama como “él”, la autora del libro destaca que la familia de su marido, su entorno y sus amigos siempre le dijeron que “él” estaba predestinado para grandes desafíos, para grandes cosas. Y cuenta una anécdota que señala que cuando en diciembre de 2003 Obama dio un discurso ante los invitados a la boda de su hermana la emoción que provocó hizo que todos “profetizaran” que “él” algun día sería presidente. El conflicto, explica Jodi Kantor, se plantea cuando Michelle olvida que su marido es “el presidente” del país más poderoso del mundo y le insiste en ser “más humano”. Y agrega que a veces cuando lo ve sentado en el escritorio de Kennedy ella incluso bromea y le dice: “¡Qué estás haciendo vos (recalca el you) sentado ahí! Levantate de ahí”. El resto del libro incluye anécdotas sobre lo que los asesores presidenciales consideran “intromisiones” de ella en cuestiones centrales como la reforma al sistema de salud o el cuestionamiento por lo que consideraron unas “lujosas” vacaciones en España que ella y sus hijas se tomaron en medio de la crisis. Tampoco podía faltar el despido de un personaje clave del staff de la Casa Blanca que funcionó también como una de las “gargantas profundas” del libro.
El hit del verano. Mientras muchos de sus colegas soportaban el horno porteño –alimentado no sólo por la sensación térmica que superó los 40 grados sino además por el malhumor de los usuarios de subte y por los manteros de la calle Florida–, el presidente del bloque macrista en la Legislatura de la Ciudad prefirió buscar algo de descanso en un lugar fresco. Pero no fue uno de los paradores de Buenos Aires Playa el lugar elegido por Fernando De Andreis para tratar de bajar tensiones veraniegas, sino las pistas de baile de Punta del Este. El hombre estuvo en la zona de la Laguna Escondida, en Punta del Este, y no sólo disfrutó del sol y el mar, sino que aprovechó para exhibir sus polémicos dotes de bailarín en sesiones de dancing vespertinas.
A doble turno. El que abrió su casa en Punta del Este a doble turno fue Santiago Soldati. Como cada año, el empresario argentino convocó a sus amigos a su quinta Garzón, en Rocha. La diferencia respecto de las anteriores ediciones de este tradicional convite veraniego es que muchos de los invitados llegaron tarde: hasta hace poco el lugar era un paraje tranquilo al que se llegaba sin mayores inconvenientes por un camino que incluye una balsa con capacidad para cuatro autos; pero la explosión inmobiliaria de los últimos meses hizo que esa parte del recorrido, que solía llevar cinco minutos, demorara media hora. Algunos como Cristiano Rattazzi no tuvieron ese problema porque llegaron al lugar en sus propios helicópteros. Más allá de estos detalles acerca de la puntualidad y la topografía, ninguno dejó de disfrutar un menú que incluyó salmón ahumado, canapés de pescado y un interesante pisco sour. Entre quienes estuvieron, se vio también al abogado local Joaquín Reyes Delgado, el petrolero uruguayo Pedro Baridón y su elegante esposa, Jorge Pereyra de Olazábal, Germán y Jorge Neuss y Mariano y Elena Grondona, el polémico ex Fleni Ramón Leiguarda y Roberto Zaldívar. También estuvo el ex presidente oriental Luis Alberto Lacalle, completamente alejado de la política, que por cierto fue uno de los temas más abordados. Los dichos de Londres sobre el presunto apoyo uruguayo a su política naviera en medio de la tensión por Malvinas despertaron opiniones cruzadas; aunque horas después José Mujica salió a desmentir al Foreign Office. El que no ocultaba su preocupación era Rattazzi, ofuscado por el cierre que había dispuesto Guillermo Moreno para la importación de autopartes. Hubo un invitado cuyo nombre reservaremos que tuvo ingeniárselas para esquivar algunas cargadas por el pantalón naranja que lucía. Igualmente, el anfitrión y un ex político argentino, una semana atrás “lucieron” en una cena privada sendos pantalones colorados. Un empresario italiano que acompañó a un colega argentino sólo recibió elogios por la grapa que había llevado para el convite. Pero éste no fue el único encuentro organizado por Soldati quien con tanto almuerzos parece querer convencer a otros de la opción norte, es decir, Garzón, como destino a seguir conquistando ante el copamiento total de José Ignacio. El empresario coordinó otro separado por pocos días, al que convocó a la “joven guardia” de empresarios –es decir a los, digamos, sub 50– , entre los que se vio a Alejandro Gravier, Fernando “Nando” Parrado y Carlos Páez Vilaró hijo, los hijos de Carlos Fontán Balestra con sus respectivos esposos y esposa, Jacinta Grondona y Ernesto Van Peborgh, Marcela Tinayre y Marcos Gastaldi, y Ramiro Otaño.
“Malvinismo” K. Entre los diplomáticos de carrera de la Cancillería se habla con cierta maldad de una nueva unidad de medida a la hora de mensurar la lealtad simbólica al kirchnerismo de los embajadores políticos. Se trata del “malvinismo”. Entre los moradores del Palacio San Martín aseguran que quienes han llegado a alguna embajada por su pertenencia al oficialismo existe en 2012 una competencia declaracionista respecto del archipiélago, para ver quién es más malvinero. El ranking de lo que va del año lo encabeza Ginés González García desde Santiago de Chile, pero Dante Dovena, apostado en Montevideo, promete dar pelea.
Mascota polémica. El secretario de Medios de la Ciudad de Buenos Aires, Miguel de Godoy, tiene chiche nuevo. Se trata de un simpático cachorro de la raza pug –el cánido de la película Loco por Mary–, que acaba de cumplir 40 días. Tan entusiasmado está al funcionario porteño con el animal que lo lleva todos los días al trabajo. Los que no ven con buenos ojos esta incorporación son quienes comparten el espacio laboral porque parece que la nueva adquisición está haciendo estragos en el lugar.
Hinchada familiar. Aunque no podrá llevarla con él a la Casa Blanca, el nuevo embajador argentino en los Estados Unidos, Jorge Argüello, contará con hinchada propia en Washington DC a la hora de presentar sus cartas credenciales ante el presidente norteamericano Barack Obama el miércoles próximo. Sus hijos mayores, Facundo, Dolores y Candelaria, viajaron desde Buenos Aires hacia el duro invierno estadounidense para el festejo de ocasión. Días atrás, Argüello presidió por última vez la sesión del G-77 más China junto al titular de la ONU, Ban Ki-moon.
Voto cantado. Los veraneantes que eligen habitualmente Mar del Plata para pasar sus vacaciones conocen de memoria cierta cartelería que va dictando el ingreso a la ciudad atlántica y que en muchos casos se ha convertido en postales típicas de la costa. La mayoría pertenece a marcas de alfajores o de cervezas. Pero más de uno se sorprendió al encontrar una vez más el balneario empapelado con el rostro del intendente de San Isidro, Gustavo Posse. Es que por séptima vez consecutiva el hombre ha sido elegido como el mejor jefe comunal del año por una revista que aborda temas legislativos. La racha de Posse, que nuevamente fue el más votado en una encuesta que se realiza por Internet, ha llamado la atención incluso de los turistas.
Trabajo doméstico. Ni ojotas ni toallón. Lo que Alfonso Prat Gay llevaba bajo el brazo mientras caminaba por Palermo, para sorpresa de los vecinos, era una cortina de baño. El diputado de la Coalición Cívica hizo varios viajes desde su casa hasta la ferretería del barrio portando la cortina en cuestión y una escalera. Sucede que el economista estuvo luchando durante varios días con una reparación doméstica en el cuarto de baño.
Nannis vs. Wanda. En una de las tantas reuniones nocturnas de fin de temporada –sí, en Punta del Este ayer sábado Cristiano Rattazzi marcó el cierre esteño con su fiesta–, un empresario dedicado al mundo futbolístico se convirtió en centro de atención cuando acosado con preguntas sobre la trastienda del mundo futbolero en Europa, una de las mujeres le planteó la siguiente disyuntiva: Mariana Nannis o Wanda Nara. Esto es, cuál de los dos modelos de esposa eligiría para sus representados. Sin dudarlo, se inclinó por la “señora Caniggia”. Aunque la elección resultaba difícil para cualquier representante que, en su mayoría, prefieren parientes –esposas en primer lugar– de perfil bajo o nulo, este empresario argumentó que aunque Nannis se muestre dispendiosa es una mujer que empuja al hombre a facturar más porque tiene noción real del negocio futbolero y entiende que la prolongación de la carrera de su marido es la clave. En cambio, la mayor de los Nara sólo induce al gasto. Además de que en la era Caniggia, que fue coincidente con el auge de los jugadores que marcaban tendencia, Nannis pudo incluso llegar a vestirse esponsorizada –en el exterior– de haber manejado algunos detalles personales con diplomacia. Tanta explicación dejo al auditorio femenino con ganas de más y, caballero, el hombre respondió al otro interrogante que más les interesó a ellas: el caso Forlán. Según el relator, quien midió cada palabra como si redactara un telegrama, el factor papá Nara tuvo mucho que ver cuando a los Forlán les comentaron que el padre de las jóvenes tenía intenciones de convertirse en manager de su yerno Maxi López. Mejor prevenir que curar...
Despedida VIP. Si de cierre de “temporada social esteña” se trata, los italianos VIP tuvieron la suya nuevamente en la casa de la anfitriona por excelencia, Marta Marzotto. En su mansión, una treintena de ellos terminaron la noche bailando los hits de Rafaella Carrá.
