El sindicato de pilotos que dirige Pablo Biró (APLA) convocó este lunes a una asamblea tras fuertes rumores, difundidos por los propios pilotos, de que se anunciará una huelga en protesta por la política aerocomercial del Gobierno. El conflicto está íntimamente ligado con un fenómeno que miran con atención otros gremios del sector, la intención de los delegados paritarios de APLA en Latam de crear un gremio propio por empresa.
La pelea surge porque se habilitó el denominado “interchange” para el vuelo de Latam a Miami, que habilita a la firma a utilizar una aeronave no matriculada en la Argentina, solo para vuelos internacionales y con tripulación argentina. El vuelo inaugural de este servicio será el lunes. Este tema dividió a los pilotos de APLA, que incluye a los de Latam y los de Aerolíneas Argentinas, y se sumó a diferencias que se vienen acarreando con la conducción.
El miércoles, como anticipó hace una semana PERFIL, se reunieron los delegados de Latam con otros pilotos para iniciar el proceso de escisión. “El estatuto ya está escrito y listo”, apuntaron en el texto de convocatoria a la reunión en que se confirmó.
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El jueves, un mensaje de APLA reconocía que se comenzaron “oficialmente las reuniones para formar un sindicato amarillo de pilotos de Latam” (sic) y evaluaba que “es un golpe duro, tanto ético como reglamentario, para los pilotos argentinos (...) que apostaban por la unidad”. En este contexto, llamaron a que hubiera la “máxima participación” en la asamblea del lunes.
El caso es análogo al que ocurrió hace treinta años, cuando los pilotos de Austral decidieron crear su propio sindicato, Unión de Aviadores de Líneas Aéreas (UALA), porque entendían que los pilotos de la línea de bandera perjudicaban sus intereses.
Más allá de los pilotos, otros sectores miran el tema con cuidado, por la tendencia a generar gremios de empresa, como ocurrió con las low cost Fly Bondi y Norwegian, una tendencia favorecida desde el Gobierno. En el Ministerio de Trabajo siguen con “atención” el tema pero indicaron que no se ha definido aún ninguna medida. Fuentes del gremio indicaron en reserva que la estrategia sería llamar al paro, esperar que se dé la conciliación obligatoria y sentarse a negociar.
Si se dicta la medida, especulan, el tema se postergaría por veinte días hábiles, con lo cual quedaría la amenaza de un paro efectivo para los días previos a la elección. Algunos pilotos creen que ya se busca presionar al favorito en la elección de octubre, quien se pronunció en favor de Aerolíneas Argentinas pero sin muchas más precisiones.
