A horas del pase de mando, la Iglesia argentina logrará juntar este domingo 8 de diciembre al presidente electo, Alberto Fernández, y el mandatario saliente, Mauricio Macri, en la basílica de Luján para una Misa por la Patria. La convocatoria fue impulsada por el nuevo arzobispo de Mercedes-Luján, Jorge Scheinig, y el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, el obispo de San Isidro Oscar Ojea, en ocasión del Día de la Virgen y el inicio de un año litúrgico dedicado a su figura. La convocatoria llega con un mensaje antigrieta, con el pedido de “construir una Patria de hermanos, una Patria de justicia, de fraternidad y de unidad”.
Macri estará acompañado por su mujer, Juliana Awada, la vicepresidenta Gabriela Michetti, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, la gobernadora María Eugenia Vidal y el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, además de integrantes del gabinete saliente, como Carolina Stanley y el secretario de Culto, Alfredo Abriani.
Fernández, en tanto, llegará con algunos de los funcionarios que ya confirmó, como Daniel Arroyo (Desarrollo Social), Felipe Solá (Cancillería), Guillermo Olivieri (Secretaría de Culto) y Gustavo Beliz (Presidencia), entre otros. El gobernador bonaerense entrante, Axel Kicillof, agradeció la invitación pero no estará presente, se espera que envíe alguno de sus futuros funcionarios. También agradeció la invitación pero confirmó que no podrá asistir la vicepresidente electa, Cristina Kirchner.
La convocatoria fue realizada de manera abierta y antes de la definición electoral durante la asunción de Jorge Scheinig como arzobispo, en noviembre pasado.
Sin embargo, en las últimas semanas, los obispos de la CEA trabajaron en sigilo y con discreción para lograr la presencia de los dos principales políticos. La misa comenzará a las 11 y será presidida por monseñor Ojea; la homilía estará a cargo del arzobispo local. Se espera un mensaje de unidad y “antigrieta”.
Fuentes al tanto de la organización del evento indicaron que el mensaje de la Iglesia dará continuidad a lo que expresó el obispo de Morón, Jorge Vázquez, en la última peregrinación a Luján, cuando dijo que el pueblo está “cansado de divisiones” y “no quiere ningún tipo de grieta” o “enfrentamiento estéril”.
“Hacer este gesto a los pies de la Virgen me parece que es un regalo de ella misma para la Nación”, indicó ayer monseñor Scheinig a la Agencia Informativa Católica Argentina, en vista de los momentos “tan delicados para América Latina y para la Argentina”, y la circunstancia histórica “para nuestra democracia, en plena transición y llegando a fin de año en paz”.