La Junta Interna de Delegados de la Asociación de Trabajadores del Estado del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación (Ate-Justicia) denunció hoy que en el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI), los trabajadores son "víctimas, en la condición de rehenes, de la disputa de poder entre Claudio Morgado y María Rachid", presidente y vice del organismo, respectivamente.
Perfil.com ya había informado la semana pasada de la tensión que reinaba en el INADI debido a presiones a los empleados para que concurrieran a ciertos eventos. Ahora son los mismos empleados los que confirman esas presiones. "La Junta Interna de Ate-Justicia denuncia que, en el contexto de la campaña electoral hacia las elecciones en la Ciudad de Buenos Aires, se ha pretendido obligar a los trabajadores del INADI, a participar en actos disfrazados de jornadas de capacitación, bajo la amenaza de descontar el día a quienes no hicieren", indicaron en un comunicado.
La misiva describe con duros términos la situación que vive el organismo: "un clima de inevitable violencia y maltrato laboral". Y destacan que hace seis meses "el INADI se encuentra virtualmente paralizado".
Además, denuncian que los directivos "pretenden establecer el amedrentamiento con el consabido sistema de premios y castigos. La paralización y/o suspensión de programas, proyectos, y el pago de diferentes montos salariales a los trabajadores con mismas funciones en el INADI, jalonan el historial de esta etapa institucional".
La Junta Interna disparó contra Emiliano Ramírez, Director de Políticas contra la Discriminación, por los problemas de desigualdad salarial. "Ramírez, designado por el sector de María Rachid, intentó justificar políticamente la inequidad salarial existente entre trabajadores de funciones equiparables, haciendo hincapié en que eran del sector de Claudio Morgado", afirmaron.
"Reclamamos además, el urgente pago del adeudado aguinaldo de los contratados del año 2010, el pago de las cargas sociales de todo el personal de la planta permanente y del salario en extraña jurisdicción. Asimismo denunciamos las pésimas condiciones de trabajo y la deliberada tardanza en la firma de las designaciones en la planta", añadieron.
Los trabajadores adjudicaron muchos de los problemas a una "crisis institucional" fruto de la pésima relación entre Morgado y Rachid, sobre lo que informó diario PERFIL en febrero. "Radicaron sus oficinas en distantes edificios que gestionan como organismos paralelos, (lo que) conlleva consecuencias directas para las personas víctimas de la discriminación", alertaron.
"Las denuncias recibidas diariamente en el INADI, han sufrido un lógico e injustificable retraso. Decenas de víctimas de la discriminación han visto pasear sus expedientes de una oficina a otra, producto de los reiterados cambios de criterios sobre su evaluación en algunos casos, o por los intentos de imponer criterios afines a las necesidades político/ mediáticas de alguno de los dos contendientes", ampliaron.