Lo negó, pero la reunión existió. Y Aníbal Fernández lo sabe mejor que nadie. Porque fue él quien, gracias a sus conexiones con el ambiente del fútbol, pudo posibilitar el encuentro Grondona-Kirchner que terminó con la histórica decisión de la AFA de romper con TyC y el Grupo Clarín. Una movida que, más allá del conocido encono K hacia el multimedios, esconde otras motivaciones que poco tienen que ver con el mundo de la pelota.
Se sabe: el hoy Jefe de Gabinete vuela alto desde hace tiempo en la política nacional. Sin embargo, no por ello deja de estar vinculado fuertemente a la interna del PJ de Quilmes, su querido terruño del Gran Buenos Aires que lo tuviera como intendente durante el menemismo hasta que, acusado de graves irregularidades, en 1994 debió escaparse en el baúl de un auto para no ser capturado por la Justicia.
Con su ex chofer y delfín Sergio Villordo pasado a las filas de Francisco De Narváez, una de las figuras que se agrupan bajo el ala del funcionario con la idea de desbancar a Francisco Barba Gutiérrez (quien como candidato K por afuera del PJ le ganara en 2007 la intendencia de Quilmes a Villordo) es claramente Andrés Meiszner, nada menos que el hijo de uno de los hombres de mayor confianza de Julio Grondona: el actual Secretario Ejecutivo de la AFA, José Luis Meiszner.
Mientras Fernández fue ministro de Seguridad y Justicia (su cargo anterior al actual), Meiszner Jr. -abogado como su padre y Aníbal- trabajó con él como titular del Registro Nacional de Armas (RENAR). Sin embargo, su relación con el Jefe de Gabinete y las ambiciones de ambos respecto de la intendencia quilmeña quedaron más claras con un hecho que los reunió en un predio de su querido Quilmes Atlético Club, que también dejó en claro sus lazos con un conocido barrabrava.
Aquel episodio tuvo lugar concretamente el 18 de octubre de 2008, cuando fue inaugurada la pensión para jugadores de inferiores de la entidad "cervecera" en un emotivo acto del que, en su carácter de presidente de la Subcomisión de Fútbol Juvenil del club, Andrés Meiszner fue gran protagonista.
Ese día, entre varias personalidades del mundillo quilmeño como el propio Meiszner padre (histórico ex presidente de la institución), Anibal Fernández fue premiado con una plaqueta por su colaboración para la construcción de la obra. Lo increíble es que ese reconocimiento también le fue otorgado a Osvaldo Dedo Becerra, un oscuro personaje de la barra brava quilmeña, sobre cuyas andanzas en favor de Fernández y Villordo informara oportunamente Perfil.com.
Por si hiciera falta, una bandera alertó en esa oportunidad sobre las apetencias políticas de Andrés Meiszner, con su nombre y la leyenda "Ideas nuevas para una Ciudad Nueva". Un mensaje que, superados los afanes "unificadores" de Néstor Kirchner que los encolumnara por detrás del Barba Gutiérrez en las últimas elecciones, tanto Meiszner Jr. como Fernández estarán pensando seguramente en reflotar por estos días. Y todo, gracias al fútbol.
