Tres veces en los últimos diez días se reunieron Mauricio Macri y Martín Lousteau. En la última, este jueves, hablaron de economía y de cuestiones técnicas que habían quedado pendientes de la vez anterior. Pero en las previas la política fue parte de la conversación. Y allí el diputado radical y ex ministro le planteó al Presidente la necesidad de ampliar Cambiemos e incorporar dirigentes de otros espacios, algo que ya había reclamado también en enero pasado.
Tanto Macri como Lousteau fueron muy reservados a la hora de contar la intimidad de esas conversaciones y lo poco que se filtró fue que habían intercambiado opiniones sobre el contexto económico. Pero dirigentes al tanto de las reuniones ratificaron a PERFIL que eso no fue así, y que la política también se coló.
La ampliación de Cambiemos es algo que viene reclamando un sector del radicalismo, sobre todo el que apuntala a Lousteau. Enrique “Coti” Nosiglia, como histórico operador radical, y Emiliano Yacobitti, líder del radicalismo porteño, son los dos principales. La idea es poder armar algo “superador”, según explican, donde también puedan ingresar figuras del peronismo, como Roberto Lavagna, Miguel Pichetto o Juan Manuel Urtubey.
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Al parecer, Macri escucha y se muestra receptivo a cada consejo que recibe, tanto de Lousteau como de los otros dirigentes con los que se viene juntando en las últimas semanas. Si después los toma o los deja es otro camino. La misma idea, al parecer, Lousteau se la habría planteado a Lavagna en un encuentro reciente.
La lectura que hace ese sector del radicalismo es que la alianza oficialista debe hacer todo lo posible para evitar que Cristina Kirchner vuelva al poder. “Hoy puede ganar”, reconoce uno de ellos, que plantea que lo que hace falta hoy son “señales políticas”. “Tenemos que poder transmitir confianza, certidumbre, y para eso lo que se necesita no son señales de medidas económicas, sino políticas”, aseveró.
Esa opción, de todas formas, difícilmente pase por el filtro de Elisa Carrió, una de las fundadoras del espacio. Lo que todavía no está sobre la mesa es el rol que puede tener el ex embajador en Estados Unidos durante la campaña. Desde 2017 hasta hoy su nombre se barajó en múltiples espacios: como precandidato a jefe de Gobierno porteño compitiendo en interna contra Horacio Rodríguez Larreta, como candidato a senador (de unidad o también en unas PASO), como precandidato a presidente para enfrentar a Macri en las primarias, y ahora también como su posible compañero de fórmula.
Lousteau, por ahora, no da señales de su preferencia y está enfocado en la presentación de su nuevo libro que será a principios de mayo en la Feria del Libro. Al que le pregunta suele responder que antes hay que saber para qué ser candidato.
Desde las filas del PRO se mostraron abiertos a discutir con el radicalismo la candidatura a vicepresidente con el radicalismo. Sin embargo, la lectura mayoritaria es que esa opción la terminará resolviendo el propio Macri junto a su mesa chica. Mientras tanto, las señales de acercamiento entre los dos dirigentes despertaron expectativas entre sus promotores. Es que el Presidente y Lousteau nunca cortaron el diálogo, pero las tres reuniones en estas últimas dos semanas llamaron la atención.
Primero se reunieron el miércoles 3 en Olivos y repitieron el viernes 5. Esa última fue la única que se había filtrado a la prensa. El jueves, mientras la Casa Rosada se preparaba para recibir a los cinco gobernadores de Cambiemos, sorprendió verlo salir a Lousteau, acompañado de Miguel Gutiérrez, CEO de YPF.
