El ex intendente de Córdoba, Luis Juez, negó de manera rotunda haber hablado con Néstor Kirchner para recomponer su quebrada relación con miras a las elecciones de 2009. La versión, publicada esta mañana por El Cronista Comercial, aseguró que el ex presidente lo quiere como aliado para enfrentar a De la Sota y Schiaretti.
En diálogo con Perfil.com, Juez desmintió todo: "Es una mentira, una burda operación, no vuelvo a los lugares donde me maltrataron, mi pelea con Kirchner tuvo carácter de maltrato, ellos se quedaron con lo peor de la política. Si ahora la inversión le salió al revés es cosa de ellos", lanzó.
"Todo el mundo sabe que es una operación, desde cuándo maneja esa información El Cronista Comercial", ironizó el líder opositor que ver "intereses cruzados" de por medio entre los que señala, podrían estar implicados el ex Gobernador, José Manuel De la Sota, y el actual gobernador, Juan Schiaretti.
Juez calificó a la versión como "interesada e infundada", ya que por definición "no podría volver a juntarme con los tipos que permitieron el peor manoseo de las instituciones, como hicieron los Kirchner el 3 de septiembre, cuando admitieron que la voluntad poplar pueda ser modificada por conveniencia y pactaron con Schiaretti no abrir las urnas a cambio del apoyo electoral a la campaña de Cristina".
Sobre los dicho del actual intendente de Córdoba, Daniel Giacomino, que hoy afirmó estar "harto de las estupideces que dice Luis Juez", él manifestó que le duele en lo personal que "el intendente se haya convertido en un kirchnerista bobo" y recordó que fue cuando él lo sostuvo a Giacomino como candidato de su frente político, "mientras los Kirchner tenían todo cerrado para que sea el Hector [el Pichi] Campana", que desde el Gobierno Nacional le juraron venganza.
Además, justificó que durante su gestión en la intendencia local se haya visto con funcionarios como el ministro de Planificación, Julio De Vido, o el secretario de Transporte, Ricardo Jaime. "Yo lo hice por cuestiones de gestión, no para compartir el modelo ideológico como hace Giacomino, que está desesperado para tener obra publica y se convierte en un títere del kirchnerismo".
"A mi no me jode que me critique un enemigo, pero me duele en el alma que me putee un amigo, como lo fue él", concluyó Luis Juez.
