En medio de la pases de factura entre la Justicia, el kirchnerismo y la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) por las filtraciones de escuchas telefónicas, el presidente Mauricio Macri firmará mañana un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) avalando la gestión de los jueces en la Dirección de Captaciones de Comunicaciones del Poder Judicial, sede de las intervenciones telefónicas. El miércoles 15 de febrero, se vencían los mandatos de los camaristas Martín Irurzun y Javier Leal de Ibarra. Macri sorprendió prorrogando por otros tres años sus funciones, en medio de las denuncias de Oscar Parrilli por las filtración de sus conversaciones con Cristina Kirchner y otros ex funcionarios K.
Para los magistrados, el DNU es un “fuerte gesto a la Justicia y una señal al kirchnerismo”. Macri y la Corte habían decidido en diciembre de 2015 que Irurzun y Leal de Ibarra iban a estar a cargo de las escuchas sólo por un año, con mandato no renovable. En febrero de este año, la Justicia sortearía a otros dos camaristas. El nuevo DNU da vuelta esa decisión de hace un año.
Hay otro factor de fondo: Irurzun es uno de los camaristas que debe decidir si da lugar al pedido del fiscal Guillermo Marijuan para dejar detenido a Parrilli. El ex funcionario lo recusó, ya que lo acusa por la filtración de sus conversaciones, que a su vez basaron el pedido de detención en su contra. Esta semana, se conformará un tribunal para decidir si Irurzun debe apartarse de la causa.
La ex presidenta criticó el DNU por Twitter. “Será que la nueva oficina de escuchas es un éxito y decidieron cambiar el viejo DNU con otro DNU. ¿Será que este festival de escuchas y amenazas que vivimos dirigentes políticos, del fútbol, sindicalistas y todos merecía un premio?”, publicó. “O sea el mismo juez encargado de las escuchas divulgadas ilegalmente debe fallar sobre la causa armada a raíz de las escuchas. Maravilloso. Las libertades, los derechos y las garantías... te las debo para cuando la democracia deje de estar en emergencia”, agregó.
En Cambiemos explicaron la vuelta de Macri sobre sus pasos argumentando que “no hay razones para hacer cambios. Las filtraciones deben investigarse y detectar de dónde salieron. Pero que sigan en manos de la Corte y a través suyo de esa comisión que preside Irurzún es lo mejor”. Se abrieron dos causas y un sumario por el caso.
En los tribunales, las filtraciones de las escuchas a Parrilli generaron un malestar particular. Los jueces vinculados a la administración de las escuchas sintieron que buscaban exponerlos como los responsables de las publicación de las conversiones privadas de Cristina. Los audios se filtraron justamente dos semanas antes de que se venciera el mandato de los jueces que están a cargo de las escuchas.
En el medio del escándalo por el “yo, Cristina, pelotudo”, los “aprietes a jueces” y “el armado de causa” a Jaime Stiuso, se filtraron también audios del presidente de Boca Juniors, Daniel “Tano” Angelici, operador judicial del macrismo.
En las escuchas a Parrilli que ordenó el juez federal Ariel Lijo participaron 31 empleados judiciales y 11 agentes de inteligencia. Estos últimos fueron los responsables de escuchar los audios y trasladar los CD con las conversaciones al juzgado.
En los tribunales federales apuntaron a la AFI, a cargo de los macristas Gustavo Arribas y Silvia “Turca” Majdalani, como supuesta fuente de los audios. Fuentes judiciales contaron a PERFIL que la AFI macrista hizo notoria su oposición al traspaso del manejo del área y de los recursos materiales -se gastaban US$ 3 mil por día en CDs- y el presupuesto. También señalaron que las autoridades de la AFI intercedieron con críticas a la gestión judicial frente al Ministerio de Seguridad. Sin embargo, las autoridades de la AFI negaron cualquier responsabilidad en las filtraciones.
En los tribunales tampoco pasó desapercibido que el único audio filtrado contra un juez federal fue la conversación en la que Parrilli criticando a Sebastián Casanello por llamar a indagatoria a Ricardo Echegaray. Casanello es uno de los pocos jueces que no mantiene buenos vínculos con la AFI.
Antecedentes del escándalo
Desde que asumió Cambiemos, hubo filtraciones de escuchas judiciales que afectaron al kirchnerismo y de audios –no judiciales–del titular de la Aduana, Juan José Gómez Centurión, y Daniel Angelici. No son una rareza: la difusión de audios es una sombra omnipresente en la era democrática; tan frecuente como la falta de resultados en las causas judiciales que motivaron.
Carlos Menem, Fernando de la Rúa, Eduardo Duhalde y los Kirchner fueron todos víctimas políticas de audios. Una grabación de Menem peleándose con su hija Zulemita fue difundida tras su salida del poder. Antes, el tema había motivado incluso una iniciativa legislativa de su gobierno para penar las escuchas ilegales (y las cámaras ocultas sobre corrupción).
La Alianza introdujo penas para las intercepciones no autorizadas, pero no impidió que escuchas de los hijos de De la Rúa fueron filtradas. En 2009, Duhalde denunció que era víctima de intervenciones y antes de llegar a la presidencia, Mauricio Macri fue involucrado en denuncias de espionaje ilegal. Estuvo procesado por el caso hasta pocos días después de su asunción.