Mauricio Macri aumentó su patrimonio un 52% durante 2018 hasta totalizar una declaración jurada de casi $ 152 millones. Esa cifra significa un ahorro de 5 puntos por encima de la inflación, en un año de pérdida de poder adquisitivo de más de 10% para los trabajadores y en el que se dieron, según el propio Presidente, los meses más difíciles de su vida después del secuestro.
La presentación que Macri hizo ante la Oficina Anticorrupción, como dispone la ley de Etica Pública, muestra también un cambio considerable de sus inversiones. El ingeniero se “desdolarizó”: redujo sus ahorros en dólares y también se desprendió de los bonos en moneda extranjera que declaraba tener hasta 2017. En cambio, compró dos bonos del Tesoro argentino por un total de $ 94 millones.
En diciembre de 2017, según la presentación que hizo el año pasado, tenía ahorros por 340 mil dólares. En esta oportunidad, esa cifra bajó a 140 mil. También tenía bonos de la Nación que cotizan en dólares, que para fin de 2017 estaban tasados en 36 millones de pesos. Lo que no se sabe es cuándo y a qué valor se desprendió de ese efectivo y esos títulos en moneda extranjera. En diciembre de 2017 el dólares estaba en $ 18,5. Un año después cerró a $ 37,5. Lo que sí se sabe es que los dos bonos en pesos los compró en octubre de 2018, cuando ya había pasado lo peor de la corrida cambiaria.
Tanto Macri como gran parte de su gabinete fueron foco de críticas en el pasado por tener una parte considerable de sus ahorros en dólares. Así, el Presidente buscó contrarrestar esas críticas.
En la declaración jurada, además, queda afuera una parte del patrimonio que Macri tenía, pero incorporó a un fideicomiso ciego, una herramienta que utilizan mandatarios en diferentes parte del mundo para no administrar sus bienes durante su mandato. En este caso, el Presidente puso allí, por ejemplo, participaciones en sociedades que podrían haberle generado algún conflicto de interés. Según la última declaración donde estaba esa información, en 2016, eran $ 44 millones más.