Al igual que Francisco De Narváez, Mauricio Macri no dudó en comparar al Gobierno con una dictadura. El jefe de gobierno porteño repudió hoy los ataques "con violencia" contra la prensa y advirtió que "cualquier intento de amordazarla es dictatorial".
Macri reclamó a "quienes poseen nichos de poder a asumir sus responsabilidades y evitar ser protagonistas de situaciones de violencia que dividen a la sociedad", manifestó el mandatario, según un comunicado oficial.
"Cualquier intento por amordazar a la prensa es un intento dictatorial, mucho más si es ejercido con violencia. No nos olvidemos lo mal que nos fue a los argentinos durante aquellos años en que estuvo coartada la libertad de expresión", subrayó el jefe de Gobierno, al rechazar los bloqueos a la salida de los matutinos Clarín y La Nación.
Además, afirmó que "la Argentina está atravesando momentos de incertidumbre en los que parece prevalecer la ley del más fuerte, donde en lugar de diálogo existe la confrontación constante, la falta de respeto al prójimo y el peligroso ejemplo de 'es como yo digo o no es nada'".
Finalmente, el jefe de gobierno manifestó que "hay sectores que han tomado a Buenos Aires como escenario de sus batallas, sin importarles que los vecinos y quienes transitan la Ciudad merecen el mismo respeto que exigen ellos cuando cortan calles, ensucian el espacio común o dejan a más de un millón y medio de personas sin transporte público".