Tras unos días de descanso, Mauricio Macri encarará el tramo final de su campaña rumbo al ballottage. Con la ayuda de los aliados radicales y, sobre todo, de María Eugenia Vidal, retomará su presencia en todo el país con la idea de “no hacer grandes olas”.
Tras la tensión de los comicios del domingo pasado, Macri se escapó a Tandil junto a su esposa, Juliana Awada, para descansar en familia. Están alojados en la estancia familiar La Carlota, donde se casaron en noviembre de 2010 (ver aparte). El lunes volverá a la Ciudad para relanzar su campaña.
En el macrismo aseguran que, dado el escenario tras la primera vuelta, la clave será no cometer errores. “No nos tenemos que desviar del camino. Ellos se están complicando con la interna que tienen. Hoy estamos dejando que Scioli choque solo”, asegura a PERFIL uno de los estrategas de la campaña Macri 2015, entusiasmado.
“Quizás hacemos algo y distraemos la atención de las cagadas de ellos. Si un enemigo se equivoca, mejor no interrumpas”, agrega un diputado nacional de peso en el armado nacional. Por eso, el candidato de Cambiemos se apoyará fuertemente en sus figuras. Vidal estará el martes en dos de las ciudades más importantes donde ganó: Mar del Plata y Bahía Blanca. La gobernadora electa combinará su agenda entre la campaña y reuniones institucionales con el sciolismo para la transición. Y seguramente tendrá unos días de vacaciones con su marido, el intendente electo de Morón, Ramiro Tagliaferro.
Pero no sólo será ella la cara visible: Macri tiene agendados viajes a Córdoba, Mendoza, Tucumán, Salta, Jujuy, Santa Fe y Entre Ríos. Con la limitación de que quedan apenas 22 días, intentará recorrer la mayor cantidad de provincias posible.
Para el norte, Macri apostará al flamante gobernador jujeño, Gerardo Morales, y al tucumano, José Cano, a quien le prometió el Ministerio de Salud si llega a la Casa Rosada. En la zona de Cuyo le pidió al gobernador electo por Mendoza, Alfredo Cornejo, que junto a Julio Cobos colaboren para sumar voluntades.
Gabriela Michetti también estará activa: irá al norte para intentar mejorar la performance. Justamente a Salta viajará hoy el armador político, Emilio Monzó, para trabajar la provincia donde a Macri no le fue nada bien.
El jueves, en el cumpleaños de Horacio Rodríguez Larreta, los comentarios entre los funcionarios del PRO eran alentadores: la mayoría de los sondeos muestran a Macri bien perfilado hacia el ballottage. El jefe de campaña, Marcos Peña, siempre mantuvo la idea de no relajarse.
En un sector del PRO temen que haya cierta flexibilización con la fiscalización y que esto complique un resultado favorable. Por ello, acaso, reactivaron los contactos con dirigentes territoriales para de ese modo pensar en el nuevo esquema de fiscales para la segunda vuelta.
Relax en La Carlota
Tras la vibrante elección del domingo, los días de relax de Mauricio Macri serán apenas un puñado. El lunes volverá a la Ciudad para encarar la segunda parte de la campaña de cara al ballottage frente a Daniel Scioli.
Mientras tanto, el alcalde porteño se encuentra descansando en la estancia La Carlota, en Tandil, nada menos que el lugar donde celebró su casamiento con Juliana Awada hace casi cinco años. La estancia pertenecía a su tío materno Jorge Blanco Villegas. Ayer al mediodía estuvo junto a su esposa en el Golf Club El Valle, de Tandil.
Allí se mostró de buen ánimo, no sólo para el deporte sino también para la prensa, ya que se lo vio dispuesto a responder algunas preguntas de un periodista del diario El Eco, de Tandil. Dijo estar “muy agradecido” por el apoyo de la gente en las urnas, y que siente “una gran responsabilidad” para el futuro.