POLITICA
el presidente de vacaciones

Macri, preocupado por el riesgo país y aliviado por el clima social de diciembre

El Gobierno desembolsó más de $ 270 millones en cajas navideñas y repartió juguetes a los sectores de menos recursos. El frente electoral y la economía, al tope de la agenda.

20181221_1371_politica_CP02 Presidencia
Recorrida. Antes de viajar a Villa La Angostura, el Presidente visitó Los Piletones en Villa Soldati. | presidencia

Tranquilo. Muy cansado. Preocupado por la economía, en particular el riesgo país. Pero, a la vez, conforme con un diciembre en paz. Antes de salir rumbo a Villa La Angostura, adonde llegó el sábado por la tarde, Mauricio Macri se mostró renovadamente optimista con el clima social, que implicó una inversión superior a los $ 270 millones entre la Nación y la Provincia solo en reparto de cajas navideñas.

“Estaba tranquilo, con la cabeza en las vacaciones, y muy cansado, ya no daba más”, le dice a PERFIL uno de los ministros que estuvo con él esta semana. Uno de los principales motivos de su preocupación pasaba por la suba del riesgo país. En concreto, el jefe de Estado evaluó que, en un año electoral con Cristina Kirchner enfrente, no había muchas chances de que ese índice mejore en 2019.

Según fuentes oficiales, su ánimo mejoró. Dejó de lado el optimismo casi irracional que dominó los primeros dos años y medio de gestión en el primer piso de la Casa Rosada y decidió dejar de lado los pronósticos y limitarse a esbozar que eligió “el camino correcto”. Solo se atreve a vaticinar que la inflación bajará con respecto a este 2018, cuando supere el 45%.

Esto no le gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

Las vacaciones de Mauricio Macri.

 

Su buen ánimo también concuerda con las últimas encuestas que le acercaron. En todas aparece recuperando, aún de manera leve, su imagen a nivel nacional. No más de cinco puntos, pero implican un rebote. Eso mostró Poliarquía la semana pasada y coincide con otros dos sondeos que tiene la Casa Rosada.

Las causas de ese repunte: el efecto del G20, la agenda vinculada a la seguridad, la estabilidad cambiaria y, en la mente del Presidente, la paz social que supuso diciembre.


Justamente, para Macri fue un alivio. “Podría haber sido mucho peor”, evaluaron a su lado. En este punto trabajaron fuerte tanto María Eugenia Vidal como Carolina Stanley, la ministra de Desarrollo Social. Según fuentes oficiales se destinaron más de $ 180 millones para repartir 1,2 millones de cajas navideñas y más de 400 mil juguetes por todo el país. Se trata de módulos alimentarios de cinco productos, que llegaron a los 24 ministerios de Desarrollo Social provinciales.

Solo en la provincia de Buenos Aires Vidal puso $ 66,1 millones para 300 mil cajas navideñas con ocho productos (pan dulce, turrón, garrapiñadas y cóctel de frutas, entre otros) más 50 mil juguetes. El conurbano bonaerense, Mar del Plata y Bahía Blanca fueron los beneficiados en ONG, instituciones sociales, evangélicas, parroquiales y comedores comunitarios. También entre las dependencias municipales de acción social. La entrega terminó ayer y supuso, desde que comenzó en diciembre, el desembolso de $ 12,4 millones por día entre Provincia y Nación.

Con Macri en Villa La Angostura, se disparó el alquiler de viviendas

Fue clave para ello el trabajo de dos discípulos, de origen peronista, de Vidal: Carlos Pedrini (viceministro de Desarrollo Social) y Santiago López Medrano (su par bonaerense), la dupla anticonflictos que creció cuando la gobernadora bonaerense era ministra porteña de Desarrollo Social y ellos eran apenas dos muy jóvenes asesores.

Vacaciones. Mientras tanto, Macri llegó ayer a Villa La Angostura a descansar en el exclusivo Country Club Cumelén para retomar su agenda en Buenos Aires el próximo 10 de enero. Muy cerca de él y su mujer, Juliana Awada, también pasarán sus vacaciones Stanley con su marido, el poderoso jefe de Gabinete bonaerense, Federico Salvai, y sus dos hijos, Mateo y Juan. La primera dama es quien recomienda el exclusivo country, y hasta colabora para elegir una casa allí. El año pasado, la primera dama convenció a Vidal para que vaya con sus hijos.

club cumelen 12212018
El Cumelén Country Club, un entorno paradisíaco en la Patagonia.

El empresario íntimo amigo del Presidente, Nicolás Caputo, también suele pasar sus días en Cumelén. Otro que frecuenta el lugar es el titular de la Anses, Emilio Basavilbaso, aunque en su caso por parte de la familia de su mujer. A veces se cruzan en la cancha de fútbol o en las de paddle, las predilectas del Presidente.

Ministros. El gabinete brindó el viernes junto a Papá Noel. Pero no estuvieron todos. El secretario general de la Presidencia, Fernando de Andreis, organizó el brindis y se pudo ver a Marcos Peña, Nicolás Dujovne, Guillermo Dietrich y Stanley pero nunca llegaron otros ministros nacionales al Patio de las Palmeras de la Casa Rosada, donde Macri levantó su copa con su mujer a su lado. Faltaban Patricia Bullrich, Oscar Aguad, Alejandro Finocchiaro, Rogelio Frigerio, Jorge Faurie y Germán Garavano.

“Parece que el chat de Telegram no andaba bien”, se mofaba uno de los asesores de un ministro. La invitación vía WhatsApp no decía nada sobre la presencia del Presidente. Quizás fue una cuestión de chats equivocados.

“Toco madera”, es la expresión oficial en la previa navideña.


 Apenas terminado el G20, el gobierno de Mauricio Macri tenía un solo desafío en mente: garantizar la paz social de diciembre. Es ese miedo recurrente en la política argentina por el cual se cree que la gente se organiza y sale a delinquir y saquear supermercados ante la inminencia de las fiestas. Pasó más de una vez, pero el temor es que cada previa navideña se repita. Estos días, en la Casa Rosada, respiraban aliviados con lo que ya anticipaban como un diciembre tranquilo. “Toco madera”, expresó un funcionario de primera línea luego de decir “está todo bajo control”. Se agarró de una puerta dejando en claro la desesperación oficial para que ese desafío se cumpla.


En Desarrollo Social, en cambio, se mostraban más tranquilos. “Venimos trabajando desde hace varios meses para evitar un diciembre convulsionado”, explican. Ese trabajo implicó mantener negociaciones con los principales movimientos sociales, garantizando alimentos y dos bonos (uno en septiembre y otro en diciembre) para beneficiarios de planes sociales y AUH, además de un bono de fin de año que se pagó esta última semana.

Desde los movimientos sociales, por su parte, venían anticipando que no veían prudente agitar protestas en un contexto de crisis tan marcado. “Nadie quiere quedar pegado a situaciones de ese estilo”, comentaba hace ya un mes uno de los principales referentes. Agitar la calle, en ese sentido, podía ser visto como un caldo de cultivo para otro tipo de situaciones. La negociación viene dando resultados, pero nadie quiere cantar victoria. Por las dudas, siguen tocando madera.