“Volvé, volvé”. Con críticas al peronismo, y entre selfies, Mauricio Macri estuvo ayer caminando San Miguel en otra de sus incursiones por el Conurbano. Cerca de Los Abrojos, su quinta familiar, el expresidente estuvo con el intendente Jaime Méndez y el senador bonaerense de Juntos por el Cambio, Joaquín de la Torre, quien no dudó en plantear que “es el más capacitado para revertir esta crisis que vive nuestro país”.
Ante su mesa chica, Macri siempre deja “picando” su futuro. Todavía no decidió si será candidato en 2023 pero la pelota no cayó ni de un lado ni del otro. Es que, quienes más lo conocen siguen hablando de que hoy está un 50% adentro y un 50% afuera de una boleta nacional que le permita pelear por regresar a la Casa Rosada.
En ese contexto, ayer visitó a Méndez en su oficina municipal y luego recorrió el Centro de Operaciones Municipal para luchar contra la inseguridad. Más tarde fueron a caminar al centro comercial donde se sacó fotos y pudo conversar con comerciantes.
Paralelamente, al compás de la espera de una decisión, hay quienes lanzaron pintadas con la consigna “Macri-Vidal-Ritondo” en referencia a una candidatura a presidente, a vice y a gobernador bonaerense respectivamente. Estas primeras pintadas se vieron en el corredor oeste del conurbano bonaerense y pertenecen a la agrupación Banquemos.
Mientras tanto, él no abandona la política doméstica. Tras regresar del sur hace dos semanas, retomó su agenda. Por caso, en la semana se lo vio, a solas, junto al diputado nacional Waldo Wolff. El expresidente lo recibió en sus oficinas y allí hablaron del desembarco de Sergio Massa en Economía –ambos con escasísimas expectativas– y la preocupación compartida por la marcha del dólar y, en términos generales, el devenir del gobierno nacional.
Sin definiciones sobre su futuro, confía en que "el próximo presidente será del PRO"
Además, hablaron de la interna política de Juntos por el Cambio. En este sentido, el ex jefe de Estado le transmitió que era vital “sostener” la identidad del espacio opositor y “mantenerse cerca de las necesidades de la gente”, según pudo saber PERFIL.
Wolff suele ser muy cuidadoso en intentar generar algún tipo de síntesis entre “halcones y palomas”, aunque siempre fue un halcón de pura cepa. Hoy, recorriendo la Ciudad como precandidato y trabajando junto a Jorge Macri, el ministro de Gobierno porteño, busca ser una de las múltiples opciones que tendrá el PRO en territorio porteño.
Alejado de Patricia Bullrich, quien nunca terminó de apoyarlo, el diputado nacional seguirá con la misma línea: sostener la unidad de Juntos por el Cambio como base para ampliar hacia sectores liberales que permitan el regreso al poder. De esto también habló con Macri.
Por otro lado, en dos tandas, y en dos días distintos, el exjefe de Estado recibió a unos cuarenta influencers, tanto de Twitter como de Instagram y TikTok, que suelen apoyarlo y ser muy críticos del gobierno nacional a la vez.
La idea partió de su equipo de comunicación tras observar la defensa del expresidente que realizaron muchos, sobre todo en Twitter, luego de un episodio en Ituzaingó donde un militante kirchnerista con un puesto de diarios no quiso darle la mano en una recorrida.
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Macri aceptó la idea de buena gana y los reunió en su oficina de avenida Del Libertador en dos grupos de veinte durante una hora. La mayoría no se conocía personalmente e incluso muchos no se seguían en las redes sociales.
Fueron dos reuniones de dos horas con mucho intercambio. En ambas el expresidente realizó una introducción y luego le tocó hablar a cada uno de ellos.
Muchos se habían contactado en privado con los asesores de Macri para poder conocerlo. Acaso por ello hubo hasta influencers que llegaron desde Córdoba y Santa Fe hasta Olivos.
En su alocución el creador del PRO les agradeció la visita, les contó su visión general del país y el rumbo, y luego intercambió con cada uno. “El próximo presidente va a ser del PRO”, les aseguró, y les transmitió su convencimiento de que Juntos por el Cambio volverá al poder el año que viene.
Y les dejó una máxima: “Hay que dar la batalla cultural con amigos, con la familia y en las redes sociales, es el principal desafío”.
