Marcelo D’Alessio es investigado como el supuesto intermediario del fiscal Carlos Stornelli en una presunta extorsión a un empresario involucrado en la causa de los cuadernos de la corrupción de la obra pública durante el kirchnerismo. Este abogado, se define como “investigador” y dijo a PERFIL que el pedido de dinero fue en el marco de “una investigación”, con un “protocolo”.
Varias figuras del Gobierno de Cambiemos y la embajada de los Estados Unidos debieron salir a desvincularse del letrado. La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, lo definió como “una persona con problemas” y dijo que D’Alessio “no es creíble”.
En el entorno de Elisa Carrió también le bajaron el pulgar. Cerca de Juan José Aranguren, ex ministro de Energía, desmintieron los dichos de D’Alessio sobre su salida de Enarsa en diciembre de 2015.
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El propio Stornelli dijo conocerlo pero negó haberle encomendado extorsionar empresarios. Pocos saben lo que D’Alessio hace y dice invocando sus nombres, pero lo cierto es que la Justicia federal lo investiga por sus supuestas gestiones para cobrarle al empresario Pedro Etchebest un pago para presuntamente evitar una avanzada de Stornelli en su contra.
En diálogo con PERFIL, D´Alessio despegó al fiscal de las maniobras. “Toda la verdad la voy a decir cuando se levante el secreto de sumario”, aseguró.
—¿Cómo se enteró de la denuncia que lo sindica como el “operador” del fiscal Stornelli para el pedido de coimas a empresarios?
—El viernes me desayuné con la noticia que publicaban, con capturas de pantalla que no reconozco como propias, con audios y videos editados que vamos a analizar con peritos porque no son ciertos. (En el expediente constan audios, chats y videos de D’Alessio haciendo las gestiones del pago, como reveló el periodista Horacio Verbitsky). Con todo eso preparado, hasta yo mismo hubiese creído que era “operador” del fiscal Stornelli. Es una operación mediática armada por el propio investigado, él la filtró a la prensa. Toda la verdad la voy a decir cuando se levante el secreto de sumario, que será el próximo viernes. Mientras tanto, no quiero interferir sobre una investigación que hoy está en curso. Una operación mediática como la que me están haciendo no me puede obligar a dar a conocer esos datos.
—¿Por qué se encontró con Pedro Etchebest, quien lo acusa de haberle exigido medio millón de dólares a cambio de no ser investigado?
—Yo hace 20 años que trabajo investigando para clientes y organismos internacionales que no voy a revelar, sobre narcotráfico y terrorismo. Efectivamente, junto a un grupo reducido de trabajo estábamos investigando a una persona que sabíamos que tenía una vinculación directa con la recolección de dinero por parte de un ex funcionario kirchnerista que acaba de salir en libertad condicional, no quiero dar el nombre. Teníamos un dato muy sólido sobre que había realizado fuertes inversiones en Estados Unidos y que había invocado el nombre de la ex presidenta (Cristina Kirchner): ofrecía retornos impositivos a los feedloteros en la zona agropecuaria bonaerense de Balcarce.
—¿Pero le pidió a Etchebest una determinada suma de dinero en la reunión que mantuvieron?
— Yo trabajo bajo todo un protocolo, con un manual de estilo, en donde tiene que quedar registrado qué es lo que vamos a hacer. Nosotros le pedimos un dinero (a Pedro Etchebest) que sea lo suficientemente bajo para que no nos dijera que no, pero lo suficientemente alto para que no lo tuviese guardado en un departamento. Sí, le estaba pidiendo dinero, pero hay una escritura en donde se explica qué se va a hacer, cómo se va a hacer, si se van a fotocopiar los billetes. Hay un conjunto de protocolos que hay que cumplir, que uno no puede no cumplir porque limitarían cualquier tipo de éxito posterior. Mucha gente me dice que estoy loco pero los hechos me han reconfortado a lo largo de los años.
Por su parte, el denunciante que expuso las gestiones de D’Alessio ante la Justicia, Pedro Etchebest, rompió el silencio. "Las pruebas son irrefutables y abundantes. Esto que se publicó hasta ahora es incipiente: una partecita mínima", dijo en diálogo con El Destape Radio. El empresario agropecuario dijo que efectuó un pago por temor a que "le armaran" una causa en su contra. “Estaba desesperado, porque era algo anómalo y nunca vivido. A mí me pueden matar por esto, ya me destruyeron la vida. Tengo que andar escondido como una rata cuando soy la víctima", confesó.
El capítulo Enarsa. PERFIL publicó el domingo el accidentado paso de D’Alessio en la empresa estatal de energía, Enarsa. El abogado dijo: “Yo era la persona que más sabía sobre la corrupción de Enarsa, la empresa más nociva que tuvo Argentina”. También confirmó que se desempeñó como asesor de uno de los hombres de Julio De Vido en Enarsa: el ex gerente financiero Ricardo Alfredo Cabrera, entre 2011 y 2012, y dijo haber tenido un “fuerte vínculo con la Auditoría General de la Nación”.
Sostiene que durante sus dos años en la empresa de energía, recolectó una gran cantidad de información sobre hechos de corrupción, que lo empujaron a presentarse ante la Justicia recién en 2015, en la causa en la que se investigan presuntos sobreprecios pagados en la importación de gas durante el kirchnerismo.
“Yo era la persona que más sabía sobre la corrupción en Enarsa y declaré como testigo”, aseguró. Sobre su paso por la Enarsa kirchnerista, D´Alessio desmintió haber sido el ideólogo de la contratación de una póliza de seguro por parte del Banco Nación para la cobertura adicional de 100 buques de Gas Natural Licuado (GNL) que llegaron al país en 2012.
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Fue un descalabro que le costó al Estado US$ 30 millones. En Enarsa, ex directores de la compañía lo sindicaron como quién había ideado la maniobra. Como publicó este medio, D’Alessio regresó a Enarsa con la llegada de Cambiemos, cuando fue nombrado director de la empresa. La nueva gestión lo desvinculó siete días después debido a sus antecedentes.
D’Alessio sostuvo que fue dado de baja después de haberle recomendado al entonces flamante ministro de Energía, Aranguren, que se desprendiera de sus acciones en la petrolera Shell. “Nunca cobré el sueldo por esos días trabajados”, le recriminó. Sin embargo, muy cerca del ex funcionario aclararon que esa explicación no es real y que recién se supo de la tenencia de las acciones de Shell meses más tarde cuando se dio a conocer la declaración jurada de Aranguren.
