Martín Insaurralde, el resistido de Axel Kicillof que achicó la diferencia en las elecciones
El gobernador fue el primero que se resistió a nombrar al lomense como jefe de Gabinete. Sin embargo, después de la remontada, los intendentes le reconocen el trabajo en territorio.
Rumbo. El gobernador y su nuevo jefe de Gabinete asumirán un rol organizador de la campaña. Analizan que para las PASO hubo una “completa descoordinación”. |
prensa PBA
En el Frente de Todos están convencidos que hicieron una buena performance electoral en la Provincia de Buenos Aires, donde pasaron de 33,2% a 38,5% de los votos. La mayoría coincide que se debió a mayor “presencia en el territorio”. Esto fue lo que buscó el Gobierno bonaerense cuando designó a Martín Insaurralde como jefe de Gabinete, y de campaña.
El lomense llegó a la gestión resistido por el mismo gobernador, con quien nunca tuvo un buen vínculo de trabajo. Sin embargo, la decisión la tomó después de un viaje exprés que hizo a Santa Cruz para reunirse con Cristina Kirchner. Esto le costó correr del centro de la escena a Carlos “Carli” Bianco, uno de sus hombres de máxima confianza, y desginarlo como asesor.
Una simple serie de hechos públicos expone la dificultad que tuvo Kicillof para dar el brazo a torcer y nombrarlo. El 15 de septiembre, tres días después de la paliza electoral de las primarias, todo el Gabinete “puso a disposición del gobernador” la renuncia. Pero él ratificó cada uno de los cargos. Mientras tanto, desde La Cámpora insistían que se debían “mover fichas” después de una derrota tan dura como fue la del 12 de septiembre. El domingo 19 viajó a San Cruz y se reunió con la vice. Esa misma noche se conoció que Insaurralde iba a asumir la jefatura de Gabinete.
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Axel Kicillof con la cúpula del Frente de Todos en los festejos electorales
“En la tercera sección Insaurralde tuvo un rol muy importante para repuntar la elección”, dijo convencido un dirigente bonaerense de La Cámpora a PERFIL. En tanto, el intendente de Escobar (donde el Frente de Todos ganó con 43 puntos, diez más que Juntos), Ariel Sujarchuk, elogió, ante este medio: “Martín (Insaurralde) hizo algo muy positivo, le dio mayor dinamismo a esas áreas de la gestión y mejoró la conexión con el territorio”.
Las diferencias de diagnósticos entre un sector de los intendentes del conurbano y Axel Kicillof son claras. Desde la Gobernación plantean: si “los intendentes entienden que tuvieron un rol clave, también se podría leer como que en septiembre no hicieron todo lo que hubiesen podido”. “¿Por qué ese criterio no pasó en las PASO?”, se preguntan cerca del gobernador.
En ese punto, los jefes comunales destacan la llegada del lomense. “Atendió también a todos los candidatos locales de los lugares donde no gobierna el Frente de Todos”, indican y subrayan que “creó dispositivos de cercanía entre la provincia y los municipios”. ¿Y Bianco? “Era un desastre, hoy el contraste es enorme”, subrayan los intendentes oficialistas más críticos con Kicillof.
Lo que le recriminan principalmente al ex ministro de Economía es que “vive encerrado” en su equipo de trabajo. “Es muy complicado de personalidad”, dijo a PERFIL un intendente que pocas semanas antes lo recibió en su municipio. Además este dirigente reclamó “una renovación del Gabinete”. “Tiene que haber más cambios, buena parte de la provincia tiene que cambiar”, exigió.
La relación con Máximo Kirchner
Al pensar en 2023 la figura de Máximo Kirchner aparece entre los primeros en la lista. El hijo de la vice tejió desde el llano una alianza política con Martín Insaurralde que le posibilitó llegar al PJ bonaerense con el respaldo casi unánime de los intendentes.
“Funcionan en tándem. Martín es el brazo ejecutor en los municipios de las decisiones políticas de Máximo”, explicó una fuente que los conoce a los dos de cerca.
Sin embargo, el jefe del bloque oficialista en Diputados sabe que no es el único hijo político de CFK. La ex presidenta tiene una valoración altísima de Kicillof como académico y como dirigente político. Lo elogia en público cada vez que puede, y es un hombre de consulta permanente sobre la gestión de Martín Guzmán. Él, por su parte, solo le da explicaciones a ella.
Esa tensión es permanente entre ambos dirigentes. Por momentos parece que Cristina Kirchner se inclina para un lado y después para el otro. Siempre con detalles, con movimientos sutiles, como participaciones en actos, comentarios o solo miradas.
Después de las elecciones, una fuente que conoce ese vínculo de cerca le dijo a PERFIL: “Está molesta con su hijo político (Kicillof). Ve que que por su tozudez se termina enojando con todos”.
