—¿Por qué decidió ser candidato a senador?
—Mi idea es acompañar a Graciela (Ocaña) al Senado y aportar mi experiencia al debate público, en materia de seguridad y del derecho. Y apuntamos a los que creen que ni el Gobierno ni CFK son la salida para la Argentina.
—¿Por qué no se reunieron todos los exintegrantes de JxC?
—Hubo pequeños acuerdos, pero ciertamente el problema fue la falta de una PASO que hubiera resuelto todo. Los oficialismos son proclives a que no haya PASO: tienen otras herramientas para definir las candidaturas.
—¿Manes no debería haber acordado?
—Estuvimos dialogando con él para vincularlo a nuestra lista, pero no pudimos ponernos de acuerdo. Lo mismo pasó con la Coalición Cívica o López Murphy, con quienes queremos seguir conversando, más allá de este desencuentro electoral, porque la Argentina del 2027 nos tiene que encontrar juntos en una única fuerza política. No puede ser el kirchnerismo la salida del fracaso de Milei.
—¿No teme que se polarice la campaña entre LLA y los K?
—Sí, es una jugada muy astuta del Gobierno y del kirchnerismo hacer eso. Lo importante es que la gente entienda que no tiene por qué elegir entre esos dos modelos, que hay propuestas distintas. Nosotros nos mantenemos en el mismo lugar que estábamos antes que Milei gane: los mismos principios y valores. El culto a la violencia como método de acción política no nos representa.
—Como radical, ¿qué sintió con la bandera de LLA con “kirchnerismo Nunca más”?
—Es otra cosa más que asemeja a LLA con el kirchnerismo, que se apropiaron de la bandera de los derechos humanos. Acá se apropiaron del antikirchnerismo, es un modelo populista de derecha. Son muy parecidos en el uso del poder y la comunicación. ¿Qué diferencia hay entre 678 y los trolls que hostigan desde las redes a quienes opinan distinto? Ahora dicen mandril, los otros dicen gorila.
—¿Qué opina de la candidatura de Bullrich?
—Es la candidata de LLA. Ya me pareció desacertada su decisión de ser candidata de JxC y a los diez minutos salir corriendo a arreglar con Milei. Puedo entender sus razones, pero fue poco solidaria con los que la apoyaron como candidata. Y va a poner en discusión algunas contradicciones: hay cosas que Patricia no toleraba con el kirchnerismo que las tolera con Milei. La he escuchado defender a los periodistas, plantarse en las plataformas republicanas, y ahora parece mirar para el costado con cosas groseras.
—¿Y Recalde en Fuerza Patria?
—Va a representar lo que son: es un buen candidato para ellos, no sé si para la sociedad.
—¿El radicalismo se está muriendo?
—Hay que revisar la historia: tenemos más de 134 años de vida. Pasaron muchas personas que dijeron que moría y sigue. A veces nos va bien, otras mal. Pero la UCR está y no va a desaparecer. Los valores que representa van a seguir: la defensa de la democracia, de la libertad de expresión, de la paz, la educación pública.
—¿Le decepcionó el PRO yendo detrás de LLA?
—Sí, me decepcionó. Para mí se equivocaron. Cuando uno ve los cierres de listas de todas las provincias fue un acuerdo innecesario y, en algunos casos, con un nivel de pérdida de identidad llamativo para una fuerza política.
—¿Esta lista es la de los gobernadores?
—Tenemos el mismo logo que ellos. Y (Gustavo) Marangoni viene de ese acuerdo. Seguramente haremos actividad con ellos. Maxi Pullaro (gobernador de Santa Fe) es uno de los referentes de nuestro espacio.
—¿Cómo se juzga que sea Procurador de la Ciudad y candidato?
—Tengo un cargo técnico en un organismo de control. Y eso habla muy bien de Jorge Macri: yo ya era presidente de la UCR cuando me eligió. Y es un cargo con acuerdo legislativo: no solo Jorge sino todas las fuerzas políticas tenían que votarme y fueron 54 votos de sesenta posibles. Tengo independencia técnica que no se pone en juego por mi participación política. En ese punto no hay ninguna contradicción.