Tras la confirmación de su precandidatura, el diputado del Frente Renovador, Sergio Massa, volvió a apuntarle a su rival del oficialismo, Daniel Scioli, al afirmar que “si gana va a gobernar La Cámpora”. También descartó una candidatura de su mujer Malena Galmarini y le pegó a Aníbal Fernández por respaldar las cifras de pobreza por las que premiaron a la presidenta.
Massa, como en su discurso de ratificación de cara a las PASO, hizo hincapié en la sintonía entre Scioli y la organización juvenil kirchnerista: “Si gana Scioli, va a gobernar La Cámpora porque está dispuesto a entregar todo”, aseguró. Y, sin nombrarlo, volvió a arremeter contra la gestión sciolista al preguntarse irónicamente “si vamos a permitir que ocho años de fracasos en seguridad en la Provincia se exporten a toda la Argentina”.
A su vez, el líder del Frente Renovador le pidió a los presidenciables debatir sobre sobre seguridad, pobreza, entre otros. “Me gustaría conocer el cambio de Mauricio Macri debatirlo y discutirlo, que no sea solo un título”, dijo Massa en A Dos Voces esquivando las preguntas sobre el fallido acuerdo. Pero fue Malena, quien hizo saltar por los aires la moderación del tigrense ante la referencia de un presunto mensaje de Scioli a Macri para correrlo a Massa: “Hay un pacto entre Scioli y Macri para sacar del medio a Massa”, lanzó.
Además, Massa se metió en la discusión por los bajos niveles de pobreza que indicó el informe de la FAO y por los que premiaron a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. El diputado le apuntó al jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, quien se enorgulleció porque “en la Argentina hay menos pobres que en Alemania”. “A algunos les hace mal el helicóptero”, declaró en la señal TN.
Carta al corazón. En el principio de la entrevista, el precandidato presidencial se mostró emocionado al recordar la carta que le dejó su hijo y que rezaba: “Vamos papa, vamos que podés”. Se mordió los labios, tomó aire y siguió, sin lagrimear: “Se merece vivir en un país mejor”.
Malena, no. El líder del Frente Renovador puso fin a los rumores que corrieron sobre una candidatura de su mujer. “Ella trabaja en Tigre y hay que cuidar el hogar”, señaló Massa.
“No tengo alma de candidata, prefiero caminar y estar con la gente. Hoy no es mi momento, tengo dos chicos”, completó Galmarini.
Fugas. En medio de una fuerte crisis interna y lejos de la polarización entre Scioli y Macri, el precandidato, en tanto, se reconoció arrepentido por cometer "errores” y hacerle caso a “los amigos del campeón".
Massa aseguró que estaban “rosqueando de reunión en reunión y nuestro fuerte es hablar con la gente”. Al ser consultado por cuál deserción fue la que más le dolió, el tigrense, respondió -sin soltar nombres- que “los que tenían una relación más allá de la política saben lo que más me dolió”.
Vice porteño. Pese a los pedidos, Sergio Massa perdió toda esperanza de convencer al exministro de Economía, Roberto Lavagna, para que lo acompañe en la fórmula: “No va a ser vicepresidente”, señaló y adelantó, misterioso, una pista que será “porteño”.