En uno de los momentos más encendidos de la apertura de sesiones legislativas de 2019, Mauricio Macri se refirió al decreto que pretende la extinción del dominio de los bienes que fueron conseguidos a raíz de hechos de corrupción. "Queremos recuperar los bienes de la mafia, el narcotráfico y la corrupción", inició aquel tramo.
Luego de aquellas palabras, desafió a los opositores peronistas que consideran que esta norma es inconstitucional: "Que cada quien que se oponga diga dónde está parado y a quién quiere proteger", chicaneó primero y luego subió el volumen de sus palabras: "Porque se acabó el tiempo en que los delincuentes se salen con la suya, mientras la enorme mayoría trabaja para sacar a este país adelante".
Tras escuchar estas palabras, los aliados de Cambiemos ovacionaron al Presidente, quien se tomó unos segundos para escuchar los aplausos. Acto seguido, Macri continuó diciendo: "Hablo de un Gobierno que respeta la independencia de poder, que respeta la independencia de la Justicia".
Al llegar a este momento de su lectura, el recinto estaba dividido en dos bandos, unos que aplaudían y otros que le recriminaban sus palabras. Por ello, la vicepresidenta de la Nación y presidenta del Senado, Gabriela Michetti, se acercó al micrófono para pedir silencio. "Me parece que es importante que escuchemos el discurso del Presidente", añadió.
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Después de la intervención de Michetti, Macri continuó: "Si la Justicia pide que se rindan cuentas,todos tenemos que rendir cuentas: políticos, empresarios, sindicalistas, periodistas, los mismos jueces, la familia del Presidente y el Presidente".
Precisamente, en estas últimas palabras, Macri levantó su voz de manera enfática y desafiante, como un modo de utilizar las investigaciones judiciales en contra de su familia a su favor. Es decir, para enmarcar estas sospechas como una prueba de la "independencia judicial".
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La familia presidencial está siendo investigada por la Justicia debido a diversas causas. Gianfranco Macri, hermano del presidente; Ángelo Calcaterra, su primo; y Franco Macri, su padre, son quienes tienen una lupa judicial encima, aunque en el caso de Franco su situación es atenuada debido a su delicado estado de salud.
JPA
