POLITICA
mensaje para la interna

Máximo bregó por otro mandato de CFK

Por Mariano Confalonieri / Pablo Manuel Habló por primera vez en público ante 40 mil militantes de La Cámpora. Lo hizo mientras prepara su candidatura a intendente de Río Gallegos. Admitió una posible derrota electoral.

Eufórico. Se quejó por las descalificaciones de los medios.
| Pablo Cuarterolo

Un timbre de voz casi idéntico al de su padre, alternando frases suaves con gritos. Gestos similares. Un rostro con sus genes. Un discurso combativo. Máximo Kirchner terminó con el hermetismo que rodeaba a su figura, se subió a un atril y habló por primera vez en público en un acto de La Cámpora ante más de 40 mil personas, en el estadio de Argentinos Juniors.

Anheló que la oposición, interesada en “acabar” con el kirchnerismo, compita con Cristina Kirchner en las urnas, reconoció un posible escenario de derrota en 2015 y comenzó a construir su eventual candidatura a intendente de Río Gallegos, imitando el inicio del camino político que hizo su padre, Néstor. Algunos sectores del Gobierno describieron como “peligroso” su planteo sobre una posible derrota porque puede “desordenar” a gobernadores e intendentes oficialistas.

“Si están tan interesados en terminar con el kirchnerismo, por qué no compiten con Cristina, le ganan en las urnas y sanseacabó, y volveremos a la calle a hacer lo que tenemos que hacer, que es reconstruir el país”, bramó.

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“En 2013 fueron corriendo a una escribanía para pedir que Cristina no fuera candidata, eso sí, con los buitres, saludo uno, saludo dos”, agregó. Se refirió así al diputado nacional Sergio Massa, que compite por la presidencia y que ese año, ante un escribano, dijo que se iba a oponer a que el Congreso tratara la re-re de CFK. En síntesis, Máximo pidió por un tercer mandato de su madre, aunque sabe que eso es imposible. Por eso también aceptó un escenario de derrota con la posibilidad de volver en 2019. Fue un mensaje para todos los que se lanzaron a la presidencia dentro del propio kirchnerismo, como el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, o el ministro del Interior, Florencio Randazzo, ambos ausentes.

El mensaje fue que el liderazgo político es de su madre y que no lo cederá. “Las corporaciones reaccionan como nunca y Cristina es el único dique de contención para evitar que se destruyan los derechos de los trabajadores”, explicó. Con la consigna “irreversible”, el hijo presidencial se dio el gusto de pegarles a los medios, sobre todo al Grupo Clarín (saltó al grito del cántico los “gorilas de Clarín”), cuestionó al sindicalismo que pronostica estallidos para diciembre, defendió la gestión del kirchnerismo y le pegó duro a la oposición.

Su aparición en público no fue espontánea. Allegados a Máximo dan por hecho que será candidato a intendente de Río Gallegos. De hecho, el arribo de su mujer, la odontóloga Rocío García, a un cargo dependiente del Ministerio de Salud de la Nación fue visto como el primer paso concreto de él para hacer pie en la jefatura comunal.

Algunos ya ponen fecha a ese lanzamiento. Se habla de mediados de octubre, de la mano de alguna de las obras que realiza el gobierno nacional en la capital santacruceña.

Hasta el equipo de trabajo está definido: es el mismo que llevó adelante la campaña a intendente de Francisco Anglesio, hoy presidente del INTA, que perdió la elección sólo por un centenar de votos.

Tampoco es un secreto que participa activamente de la política doméstica. Está al tanto de todo lo que ocurre en la intendencia, manejada por el kirchnerista Raúl Cantín, como de la provincia, que comanda Daniel Peralta.

La primera vez que se conoció públicamente su voz fue en un fragmento de un documental sobre Néstor Kirchner. Hasta ahora, Máximo nunca había hablado en público.

De suéter negro, camisa y jean, se quebró varias veces al recordar a su padre. “Tuvo una voluntad inquebrantable”, afirmó. Se quejó de que a Cristina se han animado a hacerle lo que a ningún presidente, al atacarla de manera personal. La consigna “irreversible” fue para rescatar que “no tienen vuelta atrás” los cambios que hicieron Néstor y Cristina. Y que La Cámpora trabajará para que las banderas K no se caigan.

El único candidato presidencial (aunque todavía no se autoproclamó) del kirchnerismo que estuvo presente fue Julián Domínguez, presidente de la Cámara de Diputados. Scioli se excusó porque está preparando su viaje a Alemania. Los demás, ausentes.