La presidenta Cristina Fernández de Kirchner suele referirse a su hijo Máximo en discursos públicos y hasta por las redes sociales. Desde su gusto por las milanesas hasta su fanatismo por Sergio "Maravilla" Martínez, la mandataria tiene por costumbre contar anécdotas, que van de lo divertido a lo bizarro, del hijo que tuvo con el expresidente Néstor Kirchner.
En febrero de 2011, en el marco del Plan "Milanesas para Todos", la jefa de Estado contó que ella mismo había comido junto a sus hijos "Las probé con Máximo y Florencia y la verdad es que son muy ricas", dijo entre risas.
En julio de ese año narró a través de Twitter que sería abuela y no ocultó su felicidad: "Máximo, nuestro hijo, va a ser papá ¡Voy a tener un nieto! ¡CFK abuela! Dios te quita…, Dios te da", escribió @CFKArgentina.
En diciembre de ese año, CFK narró la que quizás sea una de las anécdotas más divertidas de su hijo: "Me decía que el sabor de la Coca-Cola en el vidrio no tiene nada que ver con el sabor de la Coca-Cola ni en latas ni en pet. Así que vamos a hacer un trabajo fuerte para imponer el vidrio", contó en la Bodega Bianchi.
En 2013, la primera mandataria conoció al boxeador Sergio "Maravilla" Martínez tras su victoria frente al inglés Martín Murray. ¿Quién le recomendó conocerlo? el propio Máximo. "Una verdadera maravilla. Valga la redundancia. Es divino. Gracias. Próximo round por el cinturón con Máximo, mi hijo, fanático de Sergio", tipeó. A propósito de la admiración de su hijo por el púgil, escribió: "Ya le dije al campeón que se lo voy a tener que dar a él. Le encanta el boxeo, y me hizo conocer a Sergio por su admiración"
Dólares. En mayo de 2013, en pleno debate por la suba del dólar, la presidenta contó una intimidad sobre un amigo de Máximo que le recomendaba guardar billetes norteamericanos: "Me acuerdo de un amigo, que no voy a decir el nombre porque me va a matar si lo digo, que una de los dos hijas vive acá en Bariloche, y me decía en el 2002, cuando se produjo el crack económico y el Parlamento elige un nuevo gobierno el 1º de enero, este amigo de la familia viene y le dice a mi hijo Máximo: ‘Máximo, hay que comprar dólares –estaba a 4.80 en ese momento el dólar– porque se va a ir a 10 pesos’", relató.
“Y el amigo nuestro compró. No sé qué habrá hecho con esos dólares o si los tendrá”, ironizó CFK. ”Como verán todo se repite y lo que más me sorprende es que los actores que repiten las conductas, no son los que debiéramos pensar que podrían equivocarse porque les falta instrucción, porque les falta información, no, al contrario, son algunos muy parecidos a este amigo mío de la familia que tiene conocimientos jurídicos, económicos, que es empresario y que es todo, pero que repiten conductas”, dijo entonces con un dólar a $5,93.
A fines de ese año Cristina dio una serie de entrevistas en Olivos donde contó varias intimidades familiares. Allí advirtió que sus hijos no tuvieron los privilegios de los "hijos del poder", porque esa condición los ha hecho "sufrir mucho", al tiempo que resaltó el "perfil bajo" que tienen Máximo y su hermana, pese a que "son muy activos, Máximo milita en una agrupación muy importante, de la que es fundador, y Florencia con sus estudios de cine y su actividad".
En diciembre, cuando se multiplicaron los cortes de luz en la Ciudad de Buenos Aires, CFK buscó equiparar a su familia con el resto de la población y se refirió a una anécdota que vivieron en Santa Cruz: "Él (por Máximo) se enoja mucho cuando se corta la luz porque se acuerda cuando era chiquito, que llegamos a tener tantos problemas de luz que una vez estuvimos en Río Gallegos tres días sin luz”, contó.
En 2014 festejó el campeonato de Racing como propio por el fanatismo de su hijo con el club de Avellaneda: “Quiero felicitar a todos los hinchas de Racing Club de Avellaneda por el campeonato. Esto va por cadena, porque si no, sanseacabó, no me lo van a perdonar nunca".
Este año, salió a defenderlo enfáticamente por Twitter por la investigación del juez Claudio Bonadío en torno a Hotesur.