El arzobispo de Buenos Aires, cardenal Jorge Bergoglio, exhortó hoy a los argentinos a permanecer unidos como pueblo "sin disgregarse, ni despreciarse entre hermanos", en lo que puede interpretarse como un claro mensaje para los representantes del Gobierno y el campo, involucrados en un conflicto que no parece tener fin.
"Este es el desafío de la hora", subrayó el primado argentino durante la homilía de Corpus Cristi en la Plaza de Mayo, donde también recordó que "Jesús no nos quiere ni atropelladores, ni crispados, ni dormidos en los laureles".
El purpurado porteño también instó a transformar la Ciudad en lugar "de projimidad, encuentro y solidaridad".
Fuente: DyN