POLITICA
nuevas pruebas

Molinari, el magnate del escándalo dice que su robo fue "sospechoso"

Viajes. El recibo por $121.800 que pagó la empresa de Molinari a Macair, una de  las compañías en las que volaba Fariña.
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“Fue sospechoso”, reconocía ayer entre sus abogados, Carlos Molinari, el ex jefe de Leonardo Fariña, luego de salir de declarar en la Comisaría 53ª pasado el mediodía.

Esta semana fue inusual para el empresario que posee vínculos con el kirchnerismo: tras haber revelado en los medios su verdadera relación con Leonardo Fariña y Federico Elaskar, presuntos integrantes de una red de lavado de fondos K, fue asaltado brutalmente en la puerta de la casa de su hijo, casualmente, el vínculo con el último  de los dos acusados. 

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El miércoles 24, pasadas las 11 de la noche, dos días posteriores al romper el silencio en un raid mediático, recibió cinco culatazos en la cabeza –le dejaron cinco puntos–, luego de ser sorprendido por cinco atacantes que le robaron su auto, un Audi A7, dos celulares de alta gama, un reloj y una cadena de oro. Terminó en el piso, ensangrentado.

“Es llamativo que me hayan robado justo después de salir a hablar en los medios”, se quejaba, en voz baja, frente a sus asesores en la puerta de la comisaría ayer a las 14.30. Estaba preocupado y sorprendido.

Esta semana, un conocido guardaespaldas de famosos con seudónimo mortal quiso comunicarse con él para ofrecerle sus servicios, los mismos que le prestó a Fariña durante meses. Uno de los cuatro custodios que supo contratar el marido de Karina Jelinek confió a PERFIL que lo acompañaban hasta en sus prácticas de tiro en un polígono, donde solían aplaudir su excelente puntería con una Glock calibre 22.

Show business. El jefe de Fariña no había hablado públicamente sobre el caso: decidió hacerlo después de que PERFIL develara en su última edición (del domingo pasado) los verdaderos vínculos con Federico Elaskar, titular de La Rosadita, una cueva VIP de Puerto Madero.

Molinari confirmó en sus declaraciones que pagó el casamiento de Fariña y Jelinek con cheques de su empresa, Real Estate Investments Fiduciaria SA. Fueron en total $ 1.657.000. y hasta llevó a la fiesta a la novia en una Ferrari, como se ve en la foto que ilustra esta nota.

Pero además, el empresario que fue compañero de fórmula del intendente kirchnerista Mario Ishii en las primarias de 2011 pagó con la misma empresa varios de los viajes en los que Fariña buscaba inversiones para un emprendimiento conjunto que nunca se realizó, una empresa de alquiler de autos de lujo. En esos viajes también conjugaba el placer. Llevaba su propio champagne y se preocupaba por algunas comodidades en particular: el confort de los asientos que se hacen cama.

PERFIL accedió a varios recibos de Macair SA, la empresa de vuelos privados con la que viajó en varias oportunidades. Dentro de la companía aseguran que la empresa de Molinari pagó cientos de miles de dólares por diversos destinos (no quieren precisar el monto total y tampoco dieron documentación), que incluyen  al jefe de Fariña. ¿Por qué tanto? El kilómetro de vuelo se cobra US$ 5, más tasas y gastos de espera. “Un viaje en avión privado a Miami no baja de los US$ 50 mil”, presupuestan dentro de Macair, que pertenece a a la familia Macri.

Según los recibos a los que accedió PERFIL, la empresa de Molinari pagó a Macair  al menos $ 290 mil en vuelos privados entre el 4 de mayo de 2011 y el 15 de diciembre de 2012. Los destinos fueron México, Cancún, Miami, Chile y Uruguay.

Uno de los pilotos del Gulfstream LV-BYC, recuerda algunos pormenores de los viajes, que nunca olvidará. Un ejemplo: la nave carreteaba en la pista y cuando estaba a punto de despegar tuvo que detenerse tras el pedido de Jelinek. La modelo, según su testimonio, necesitaba tomar aire fresco antes de emprender el vuelo. Recién después de darle el gusto, el jet pudo finalmente despegar.

 

El día que quisieron secuestrar a su hijo

El robo de esta semana no fue el único episodio policial “confuso” en torno al empresario de la construcción. Hace cuatro años, hubo un intento de secuestro contra su hijo Matías Nicolás Molinari, socio de los financistas investigados por supuesto lavado.
Este joven de 28 años, amigo personal de Federico Elaskar, es uno de los cinco hijos de Carlos Molinari. Según fuentes cercanas a la familia, el episodio transcurrió durante el año 2009.

Ocurrió en el barrio porteño de Palermo, mientras salía de una clase de taekwondo, uno de sus deportes predilectos, que todavía sigue practicando.

“Después de esa mala experiencia, el padre se lo lleva a vivir con él a Miami, para que se sienta más protegido”, relata la fuente allegada al hombre de negocios. “Carlos (Molinari) ya estaba radicado en Estados Unidos y pasaba la mitad de su tiempo allá”.

Su hijo vivió en esa ciudad durante dos años. Allí fue precisamente donde armó una sociedad con Federico Elaskar, ex titular de la financiera SGI, acusada de lavar millones de euros para el empresario kirchnerista Lázaro Báez.

En diciembre de 2010, ambos crearon la firma SGI Ventures LLC, en la cual se anotaron con el cargo de “managing members” (“socio-gestores”).

Entre los objetivos, incluyeron “servicios financieros” y “consultoría”. También inscribieron como socia a “SGI Argentina” (“La Rosadita”), con su domicilio en Madero Center. 

Carlos Molinari fue candidato kirchnerista en las elecciones y empleador “en blanco” de Leonardo Fariña, supuesto “operador” de Lázaro Báez que habría transportado el dinero. Los motivos del robo que sufrió esta semana y del intento de secuestro de su hijo hace cuatro años, todavía son un misterio.