POLITICA
por decreto

Monseñor Aguer prohibió enseñar sobre el matrimonio igualitario en los colegios católicos

El arzobispo de la Plata estableció esta norma para los establecimientos educativos católicos de la capital bonaerense.

Monseñor Héctor Aguer, arzobispo de La Plata.
Monseñor Héctor Aguer, arzobispo de La Plata. | Télam

El arzobispo de La Plata, Monseñor Héctor Aguer, quien desde hace años se manifiesta públicamente en contra de la homosexualidad y el matrimonio igualitario, ahora prohibió a través de un decreto que se trate ese tema en los colegios religiosos platenses. 

El religioso indicó que esos centros no se puede hacer referencia "a la teoría de género que pretende negar las diferencias biológicas entre el varón y la mujer, de modo que los alumnos puedan discernir rectamente y no sean arrastrados por este error". Lo hizo mediante el decreto N° 096/2017.

La norma establece un conjunto de recomendaciones "visto que en los colegios católicos los alumnos deben recibir una educación integral basada en la doctrina de la Iglesia, de modo que sean formados en la visión cristiana del mundo y adhieran a ella con el pensamiento y el afecto".

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Según explicó Aguer, "periódicamente llegan a este arzobispado quejas respecto de la transmisión de cuestiones esenciales en diversas asignaturas", por ese motivo a través del documento estableció "orientaciones", tanto para los colegios que dependen directamente de la Arquidiócesis de La Plata, como los que pertenecen a congregaciones religiosas.

Las tres indicaciones que puntualizó son:

1. La Enseñanza Religiosa Escolar y la Catequesis tienen como referencia doctrinal insoslayable el Catecismo de la Iglesia Católica y el Compendio del mismo. Los textos que se usen y las explicaciones de los profesores y catequistas deben ajustarse siempre a aquellos instrumentos para mostrar a los alumnos, sin ambages, la verdad católica, con los métodos y actividades que correspondan a la edad de los educandos. Se les ha de ayudar, asimismo, con igual cuidado, a que adviertan los errores y comportamientos desordenados que se difunden en la cultura vigente, para evitar incurrir en ellos. En el Catecismo se encuentra también la enseñanza de la Iglesia sobre la sexualidad humana y sobre la justicia social, temas a los que se refieren los puntos que siguen.

2. En lo que respecta a la Educación para el amor, la castidad, el matrimonio y la familia, sígase puntualmente lo que he establecido en "El orden del espíritu en la sexualidad. Aportes preliminares al ordenamiento de la educación sexual en la escuela". Prohíbo expresamente que en esta área tan delicada y bella se recurra como fuente de inspiración a la "teoría de género" y a los textos que la sostienen. En el momento oportuno hay que exponer con argumentos sólidos una crítica de esa teoría, hoy ampliamente difundida, que pretende negar las diferencias biológicas entre el varón y la mujer, de modo que los alumnos puedan discernir rectamente y no sean arrastrados por este error.

3. Las asignaturas referentes al orden social, político y económico, cualquiera sea el nombre que les atribuya el currículo oficial deben inspirarse en el Catecismo y en el Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, publicado bajo la autoridad de San Juan Pablo II el año 2004.