POLITICA
Especialista en hechos criminales fabricados

Nisman | “Alguien con conocimiento puede escenificar un crimen como suicidio”

Claire Ferguson, criminóloga forense australiana, se especializó en los homicidios en que se intentó simular una muerte autoinfligida.

Ferguson. Se mostró interesada en conocer más detalles sobre la muerte de Nisman. “El perfil de la víctima es un dato clave”, afirmó.
| Cedoc

El caso que investiga la muerte de Alberto Nisman despertó un fuerte interés por los estudios criminológicos. La especialista australiana Claire Ferguson tiene una perspectiva importante para aportar al caso: se especializó en estudiar los crímenes que se realizan simulando un suicidio.

—¿Cuán frecuentes son los asesinatos que se confunden con un homicidio?
—Es una pregunta difícil de responder, porque no se sabe cuántas veces son descubiertos por la policía y los expertos forenses. Los casos que son descubiertos son bastante infrecuentes, tal vez 2% de los homicidios dudosos. Sin embargo, hay razones para creer que muchos asesinos han logrado hacer pasar el delito como suicidio. Hay también literatura académica que indica que la frecuencia de este tipo de casos es creciente o los investigadores están consiguiendo descubrir más casos.

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—¿Cuál es el caso más interesante que conoció?
—Durante mi doctorado, estudié 141 casos de homicidios que se habían realizado para que parecieran algo distinto. Un caso ocurrido en Australia fue discutido por los expertos forenses por más de veinte años, y sólo recientemente se pudo comprobar que se había tratado de un homicidio y no un suicidio.

—¿Conoció algún caso con una víctima de alto perfil político?
—No. La mayoría de los casos que son descubiertos y, consecuentemente, fueron incluidos en mi estudio, fueron aquellos en los que había poco planeamiento por parte del delincuente y manipulación de evidencia bastante básica. En muchos casos, pero no en todos, el homicidio ocurría entre dos personas que se conocían y habían tenido algún tipo de conflicto antes de la muerte, como problemas de dinero o negocios. En la mayoría de los casos se utilizan armas de fuego.

—¿Cree que un asesino profesional podría crear una escena perfecta que engañe a los forenses?
—La respuesta no es conocida. Pero, con certeza, alguien que sepa lo que está haciendo podría planear un homicidio y ejecutarlo en modo tal que no sea posible discernir si ha sido un asesinato o un suicidio. Sin embargo, en un caso de estas características podría haber razones claras que determinen las motivaciones detrás del asesinato, o mostrar que la víctima no era un suicida. Aun en el caso de un crimen “profesional”, un buen trabajo de investigación y forense podría permitir, al menos, demostrar que es un caso “sospechoso” si no se logra determinar que ha sido un homicidio.  

—¿La autopsia y el análisis de la escena del crimen son la clave para poder descubrir que se trata de un asesinato y no de un suicidio?
—Los resultados de una autopsia pueden ayudar, pero también pueden ser completamente ambiguos. En este caso, la causa de la muerte, determinada en la autopsia, puede indicar que se trató de un homicidio o un suicidio. Los detalles de la escena del crimen y el trabajo forense pueden también ser cruciales, pero esto no ocurre siempre, especialmente si el homicidio fue perpetrado por alguien que sabía lo que estaba haciendo. La información victimológica y los detalles de la circunstancias en las que ocurre un crimen también son muy importantes.

Asesinatos disfrazados despistan investigaciones

“Los crímenes escenificados involucran a un delincuente que deliberadamente altera evidencias para simular eventos que despisten a los investigadores”, explica Ferguson, quien se muestra muy interesada en conocer más detalles sobre la muerte de Alberto Nisman.  

En su estudio sobre “crímenes disfrazados de suicidios” encontró que, “a pesar de que probablemente ocurren más frecuentemente de lo que son reportados en la literatura académica, por el éxito del engaño que planeó el delincuente, el número exacto de crímenes escenificados como un suicidio es desconocido”.

Con el objetivo de estudiar este fenómeno, Ferguson analizó 115 casos de crímenes que se intentaron presentar como accidentes, suicidios u otro tipo de circunstancias. Entre todos estos casos, encontró que tan sólo 16 de ellos eran “falsos suicidios escenificados por el criminal”.

Ferguson encontró que es frecuente el uso de armas de fuego, aunque hay casos de ahorcamiento y asfixia. En la mayoría de ellos, explica la criminóloga, la víctima conocía al criminal. Ferguson estudió psicología en la Universidad de Ontario, Canadá, y se doctoró en 2010 en la Universidad Queensland, Australia. Hoy trabaja en el Escuela de Justicia de esa casa de estudios.