La discusión entre el gobierno de Mauricio Macri y OSDE por una multimillonaria deuda que se fue acumulando durante dos décadas está llegando a su fin. A principios de mes, funcionarios y directivos de la empresa firmaron un acta acuerdo para el pago de $ 8.500 millones.
El caso salió a la luz en enero y quedó envuelto en una batalla entre OSDE y su principal competidora, Swiss Medical. Llegó a incluir un decreto con el que el Gobierno amenazó con una intervención. Hubo funcionarios que evaluaron esa opción seriamente, aunque otros la veían sólo como una herramienta de negociación.
En estos días, el caso volvió a tomar notoriedad pública luego de que el Presidente decidiera echar de la Superintendencia de Servicios de Salud (SSS) a Luis Scervino. Es quien recibió la denuncia presentada por Swiss Medical, la giró a la Justicia (al fuero de la seguridad social), calculó en casi $ 12 mil millones la deuda y después negoció el acuerdo con OSDE. De todo el proceso final también formó parte el procurador del Tesoro, Bernardo Saravia Frías (jefe de los abogados del Estado).
La información fue ratificada por cuatro fuentes, aunque tanto desde el Gobierno como desde OSDE prefirieron evitar hacer declaraciones hasta que el acuerdo se concrete en sede judicial.
La deuda. A principios de año, Claudio Belocopitt, titular de Swiss Medical, presentó una denuncia ante la SSS en la que acusaba a OSDE y a los ex funcionarios del organismo por defraudación al Estado. El problema nació en la década del 90, cuando a las obras sociales se las habilitó a incorporar afiliados “adherentes”, por fuera de los que las elegían de forma obligatoria por sus trabajos. Por cada uno de esos afiliados adherentes las obras sociales de personal de dirección le debían pagar un 15% al Estado (hasta 2011 cuando se cambió la ley) para aplicarlo a un Fondo Solidario de Redistribución, que se reparte entre todas las obras sociales.
A principios de este año, el fiscal Gabriel de Vedia, a cargo de la Unidad Fiscal de la Seguridad Social, instó a Scervino a ejecutar esa deuda.
En este marco, hay versiones que sostienen que la partida de Scervino no está relacionada con una represalia a los sindicalistas luego de la movilización del martes último, como se interpretó rápidamente. ¿Fue un pedido de OSDE no escrito en el acta? Fuentes de la obra social lo negaron y también desde la SSS. Sin embargo, la noticia de su despido sorprendió a propios y extraños, ya que en el Gobierno tenían un balance positivo de su gestión, al punto tal de que algunos lo mencionaban como eventual sucesor de Jorge Lemus al frente del Ministerio de Salud. Hace pocas semanas, además, su mano derecha, David Aruachan, había sido designado como viceministro (ayer fue oficializado en el Boletín Oficial).
El acuerdo, que para ser efectivo antes debe ser ratificado por el juez que sigue la causa, establece el pago de una primera cuota al contado de $ 1.700 millones, otros tres desembolsos en los meses subsiguientes y el resto se pagará a diez años ajustado por la tasa Badlar. Fuentes de la empresa aclararon que el servicio a los afiliados no sufrirá ningún cambio.
En 1998, la SSS denunció a OSDE y decenas de obras sociales más. Muchas negociaron. Otras ya tuvieron sentencia en contra. Pero la de OSDE estuvo empantanada por un recurso que resolvió la Corte Suprema recién en 2013. En el medio, las diferentes autoridades de la SSS dejaron pasar el tiempo y no iniciaron ningún juicio ejecutivo para cobrar la deuda.
En el futuro cercano, en tanto, Scervino deberá presentarse a declarar a la Justicia. Se investiga si incurrió en un conflicto de interés por haber intercedido en el caso a pesar de haber trabajado para Swiss Medical en el pasado. La causa la llevan el fiscal Gerardo Pollicita y el juez Marcelo Martínez de Giorgi, quienes este año, además, decretaron la falta de mérito de los directivos de OSDE en la denuncia que Belocopitt presentó contra ellos y los ex funcionarios responsables.
La relación Belocopitt-OSDE arrastra décadas de enfrentamientos. Swiss Medical siempre se quejó de que su competidora, como en los papeles es una obra social, está exenta de pagar diversos tributos que sí pagan las empresas de medicina prepaga. OSDE responde que sigue siendo una organización sin fines de lucro, a diferencia de Swiss Medical, Galeno, Medicus y el resto de las competidoras.