Con las críticas al escándalo de las vacunaciones vip como marco, la marcha del #27F que se realizó ayer en Plaza de Mayo y distintas plazas del país sirvió como puntapié inicial para el año electoral. Algo que tendrá su continuidad mañana, cuando Alberto Fernández brinde el tradicional mensaje de apertura de sesiones ante la Asamblea Legislativa, un discurso que siempre en los años impares es interpretado como guía para conocer las líneas que el oficialismo intentará imponer para llegar de la mejor forma posible a la votación.
Agosto y octubre –siempre y cuando no se cambie el cronograma electoral– son las dos paradas obligadas que el mundo político ya está mirando con obsesión. Para el Gobierno, con el desafío de buscar apoyo en las urnas en medio de un contexto de fuerte crisis y una pandemia que no deja de generar estragos. Además, con el objetivo de mejorar la cantidad de bancas en Diputados y así alcanzar la mayoría propia.
La oposición, en tanto, se enfrenta al desafío de poder ganarle una elección al peronismo unido, sobre todo en la crucial provincia de Buenos Aires. Pero también con la dificultad de tener que renovar las bancas que ganaron en 2017, la mejor elección de Cambiemos.
Vacunavip
El escándalo que se desató luego de que se conociera que hubo gente que recibió la vacuna saltándose el orden previsto en el plan de vacunación, incluyendo un vacunatorio vip en el propio Ministerio de Salud, le sirvió como anillo al dedo a la oposición para volver a salir a las calles a manifestarse. La convocatoria, aclaran, surgió desde las redes sociales, aunque de grupos que, en su inmensa mayoría, están vinculados a JxC. Recién después de que se instalara la convocatoria, importantes referentes del espacio se sumaron y comenzaron a difundirla.
Ayer, esos dirigentes terminaron acaparando todos los micrófonos de los medios. Patricia Bullrich, Cristian Ritondo, Waldo Wolff y Fernando Iglesias, del PRO; Alfredo Cornejo (en Mendoza), Mario Negri (Mar del Plata) y Martín Lousteau, de la UCR; Paula Oliveto, Juan López y Mariana Zuvic, de la Coalición Cívica; fueron algunos de los nombres que coparon la parada en Plaza de Mayo. También se sumaron figuras como Luis Brandoni o Maximiliano Guerra, o dirigentes de otros partidos como José Luis Espert, Javier Milei o Ricardo López Murphy.
El mensaje que transmitieron era que la marcha no tiene dueños. Sin embargo, la búsqueda de intentar capitalizar electoralmente el malestar de una porción importante de la sociedad también es clara. Mauricio Macri no estuvo presente pero se sumó con un tuit: “Emocionado y contento de ver cómo una vez más los argentinos se movilizan, demostrando que no van a permitir los abusos y atropellos del gobierno”.
La oposición, en esta carrera electoral, buscará poner el eje en cuestiones institucionales (ya sea temas como las vacunas vip o las causas de corrupción) pero también en los problemas económicos, aunque con las dificultades de explicar que también fallaron en la materia cuando fueron gobierno.
Réplica
Desde el oficialismo solamente se escucharon críticas a una muestra que hizo una agrupación juvenil con bolsas mortuarias con una inscripción que decía “estaba esperando la vacuna pero se la aplicó…” y el nombre de algunos de los dirigentes que se vacunaron antes de lo que establecía el plan oficial. Alberto Fernández entendió que eran bolsas para cada una de esas personas, la calificó de “acción lamentable” y pidió no callar “ante semejante acto de barbarie”. Sobre la marcha en sí no hubo reflexiones.
Su punto de partida para el año será mañana en el Congreso. Allí se espera que plantee las líneas centrales que buscará fijar su gobierno. La aspiración en Casa Rosada es llegar a las elecciones con el plan de vacunación avanzado (y así olvidar las críticas actuales) y con una inflación alta pero contenida y con paritarias que permitan hacerle frente.
Hubo incidentes en Olivos
Manifestantes opositores llevaron sus reclamos ayer por la tarde a la puerta de la Quinta de Olivos donde al promediar la marcha fueron agredidos por un grupo de personas identificadas con remeras de la CGT. El cruce de ambos grupos generó incidentes con empujones y golpes de puño que debieron ser sofocados por policías que montaron un cordón para separar a los manifestantes.
“Repudio el violento accionar frente a la Quinta de Olivos de sectores afines al gobierno, contra ciudadanos que en forma pacífica se manifestaban exigiendo transparencia en el proceso de vacunación. Como demostraron con el vacunatorio VIP, se creen dueños de lo público”, cuestionó el jefe del bloque de diputados del PRO, Cristian Ritondo.
La marcha se venía realizando en un clima de tranquilidad hasta que llegó el grupo que con cánticos expresaba su respaldo al presidente Alberto Fernández, lo que motivó forcejeos incluso hacia jubilados que participaban de la protesta que debieron ser frenados por la Policía.