"Las fugas que hubo en el país fue todo un acuerdo. Cincuenta fugas acordadas", lanzó Marcelo Ameijeiras, jefe de la banda que mantuvo cautiva a una familia en Tortuguitas. La frase causó un rápido revuelo en todo el arco político. El secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni, se hizo eco de este hecho y afirmó que en la toma de rehenes de "hay connotaciones políticas".
Berni ligó este hecho con "situaciones que se producen en el conurbano, que tienden a generar climas de tensión". El funcionario de la cartera de Seguridad, estuvo como invitado en el programa ultra-oficialista 6,7,8, remarcó que estas situaciones suelen generarse "cuando se acerca el 20 de diciembre, que es una fecha sensible para los argentinos".
Si bien no coincidió con la acusación de la diputada Elisa Carrió que vinculó el episodio a la interna del PJ. Berni afirmó: "Hubo mensajes políticos muy claros", evaluó para luego borrar cualquier tipo de incógnita ya que "no tengo dudas de que hay connotaciones políticas".
En tanto, Berni evitó barajar hipótesis sobre las causas que habrían llevado a los delincuentes a denunciar ante las cámaras que autoridades provinciales y nacionales facilitaron su fuga de una unidad carcelaria bonaerense.
En torno a la acusación que realizó uno de los delincuentes que involucró a funcionarios de la Provincia y la Nación en las fugas carcelarias, el ministro de Justicia bonaerense, Ricardo Casal, fue terminante: "Es un disparate absoluto".