El obispo emérito de la ciudad misionera de Puerto Iguazú, Joaquín Piña, quien se hizo famoso en 2006 al frustrar las aspiraciones del exgobernador Carlos Rovira de cambiar la Constitución provincial para su reelección, también cuestionó una posible segunda reelección de la presidenta Cristina Fernández, al señalar que "sería" como "volver" a la última "dictadura" militar.
El prelado argumentó que la Constitución Nacional "no se puede tocar para satisfacer ambiciones personales", al alertar que la jefa de Estado "desea ser re-reelegida todas las veces que quiera; hasta que Dios diga basta", según informó DyN.
Además, el obispo emérito advirtió que se va "a oponer" a "nivel nacional" a la propuesta de los ultrakirchneristas, con la misma intensidad con la que, desde el Frente Unidos por la Dignidad (FUD), frustró en Misiones la aspiración del entonces gobernador Carlos Rovira de modificar la Carta Magna local para que se estableciera la reelección indefinida.
"Abdicar de la democracia para permitir la re-re sería, en la práctica, volver a la (última) dictadura (militar), por más que nos digan que el pueblo los votó", alertó Piña.
El obispo emérito de Puerto Iguazú efectuó la advertencia anoche en la Casa Paraguaya de Posadas -adonde asistió la prensa-, al recordar el triunfo del Frente Unidos por la Dignidad (FUD) el 29 de octubre de 2006, cuando se impuso a Rovira por más de 13 puntos porcentuales en los comicios para convencionales constituyentes.
El prelado se dirigió a una audiencia conformada, entre otros, por el exgobernador radical Ricardo Barrios Arrechea y la diputada nacional del Frente Amplio Progresista (FAP) Victoria Donda, además de dirigentes de partidos políticos que conformaron el FUD en 2006.
"Nos vamos a oponer a todo lo que suene a re-reelección en la provincia (de Misiones) y, con más razón, a nivel nacional", enfatizó. Y agregó: "La señora presidenta desea ser re-reelegida todas las veces que quiera; hasta que Dios diga basta". Piña argumentó que "la Constitución Nacional no se puede tocar para satisfacer intereses sectoriales o ambiciones personales".
"No nos dejemos engañar por los que dicen que el pueblo lo quiere; el pueblo no lo quiere. El pueblo argentino es un pueblo amante de la libertad", sostuvo. Y consideró que "unas elecciones pueden ser fácilmente manipuladas". Adujo que, "a veces, se vota bajo amenazas o por miedo a perder lo poquito que se tiene, como un plan social o un pequeño acomodo".