El papa Francisco dio ayer un duro mensaje sobre el aborto, al comparar esta práctica con la eugenesia que practicaban los nazis y la costumbre de los espartanos de lanzar al vacío a los hijos enfermos. Ocurrió apenas dos días después de la aprobación en la Cámara de Diputados del proyecto de ley que despenaliza la interrupción voluntaria del embarazo.
Su mensaje llegó en el marco del Foro de la Asociación de las Familias de Italia, pero el mensaje no puede ser disociado de lo que ocurre en su país de origen, la Argentina, porque llega a pocos días de que ocurriera la media sanción legislativa, un hecho descripto como “triste” por sus representantes pastorales en el país. Aunque no hubo alusiones directas, la coincidencia no puede ser eludida ya que el proyecto generó una fuertísima resistencia entre las autoridades eclesiásticas locales, fuertemente alineadas con el Papa argentino.
Frases. “Lo hijos se reciben como vienen, como Dios los manda, como Dios lo permite” dijo el ex arzobispo de Buenos Aires en un discurso improvisado frente a las delegaciones de la Asociación de Las Familias que celebraban ayer su 25º aniversario. “Escuché decir que está de moda –o que es al menos habitual– hacer ciertos exámenes en los primeros meses de embarazo”, prosiguió Francisco, “para ver si los niños no están bien, si vienen con algún problema… La primera propuesta en estos casos es: ¿nos deshacemos de él?”
El Pontífice calificó esta práctica como “el homicidio de un niño” y evaluó que para “tener una vida tranquila, se elimina un inocente”. Luego indicó que “en el siglo anterior, todo el mundo se escandalizaba de lo que hacían los nazis para cuidar la pureza de la raza. Hoy hacemos lo mismo, pero con los guantes blancos”.
Así, planteó una durísima comparación que parangona la interrupción del embarazo con la eugenesia nazi. Además, recordó “cuando de chico la maestra nos enseñaba lo que hacían los espartanos cuando nacía un niño con malformaciones: lo llevaban al monte y lo tiraban para abajo para cuidar la pureza de la raza. Hoy hacemos lo mismo. Una atrocidad”.
Debate. Con esta definición, se metió de lleno en la pelea que se viene por la definición del Senado tras la media sanción que consiguió el proyecto de despenalización, esta semana, en Diputados. La palabra de Francisco fue una referencia permanente durante la campaña que desplegaron asociaciones laicas y los obispos argentinos, bajo la consigna de “salvar las dos vidas”.
Su mensaje de ayer llega como una ayuda adicional, a pesar de que la palabra del Pontífice fue dirigida a interlocutores italianos en el marco de un encuentro sobre la familia en el que también insistió sobre la idea de que la “familia” está compuesta “por un hombre y una mujer”. En su breve alocución también elogió como una virtud de “santidad” el perdón a la infidelidad que se hace por amor, algo que vinculó con las mujeres aunque reconoció que también algunos hombres también lo hacen.
El rechazo al aborto de Francisco no es una novedad, pero la coincidencia con lo ocurrido en la Argentina muestra a un Pontífice atento a lo que ocurre en su país y que elige esta oportunidad para reforzar la posición de la Iglesia frente a este tema. Las palabras de la máxima autoridad de la Iglesia Católica han estado en el centro de las apelaciones de los obispos ante el debate sobre la legalización del aborto y su provisión gratuita en centros de salud públicos. Sin ir más lejos, sus palabras fueron citadas por el arzobispo de Buenos Aires Mario Aurelio Poli durante el Tedeum y también han sido incluidas en varios de los comunicados que emitió la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), a cargo del obispo de San Isidro, Oscar Ojea, un hombre muy cercano a Bergoglio.
Conectado con la realidad argentina
Francisco es un jefe de Estado, con una misión universal. Sin embargo, según él mismo ha reconocido, su identidad es argentina y por eso es natural que mantenga fuertes contactos con personalidades de su país de origen y autoridades de la Iglesia.
En los últimos tiempos, recibió visitas de todos los colores políticos y el tema del aborto estuvo presente en muchas de sus conversaciones. Sin ir más lejos, la semana pasada recibió a Carolina Stanley y María Eugenia Vidal. También tuvo un breve encuentro con la diputada de Cambiemos Karina Molina, representante de La Rioja que estuvo entre las más fuertes opositoras al proyecto que obtuvo media sanción esta semana.
También coincidió en un coloquio con el jefe de la CGT Héctor Daer y recibió a Julio Bárbaro y el ex presidente de la Cámara de Diputados Julián Domínguez. Y además, hubo llamadas y visitas de la Iglesia, como una delegación de Cáritas con los que compartió unos mates hace un mes. Por caso, se comunicó con el flamante arzobispo de La Plata, Víctor Manuel Fernández, quien dio un duro mensaje contra el aborto en su asunción.n
