El ministro del Interior, Florencio Randazzo, opinó que el desalojo del complejo de viviendas ocupado en el barrio de Flores "no se resuelve a sangre y fuego", sino dialogando con las familias establecidas allí.
"No se resuelve a sangre y fuego, sino en el diálogo haciéndole entender (a los ocupantes) que estamos en contra y se tienen que ir", agregó el funcionario.
En declaraciones al canal C5N, Randazzo dijo que, al igual que cuando ocurrió la ocupación en el Parque Indoamericano, el Gobierno está "en contra de cualquier tipo de usurpación", pero resaltó que un conflicto social "no debe criminalizarse y debe aplicarse la ley".
En tanto, reiteró la postura gubernamental acerca de que la Policía Metropolitana debe actuar ante la "usurpación" porque es su competencia legal.
Además, señaló que el juez federal de Quilmes, Luis Armella, "no tiene competencia" en el hecho porque "es un delito cometido en la ciudad de Buenos Aires".
"Dentro de las competencias transferidas se pone en manos de la Policía Metropolitana actuar en situaciones de usurpación", afirmó el ministro del Interior.
Las declaraciones de Randazzo se suman a lo manifestado ayer por el Ministerio de Justicia que, a través de una nota dirigida al juez Armella, expresó su desacuerdo con la medida y solicitó la suspensión de las multas impartidas.