“Esos represores son los asesinos de mi padre, se robaron su obra literaria inédita, estuvieron al frente de la ESMA donde desaparecieron alrededor de 5000 argentinos y argentinos, son los peores genocidas que tiene la ultima dictadura militar y la decisión de liberarlos es una verdadera afrenta al movimiento de luchar por los Derechos Humanos”, afirmó indignada a Perfil.com la legisladora porteña, Patricia Walsh, en relación a la liberación de Alfredo Astiz, Jorge “El Tigre” Acosta y otros diez represores dictada hoy por la Justicia.
Walsh, que es querellante en la causa ESMA, por la desaparición de su padre, el periodista Rodolfo Walsh, adelantó a este medio que mañana presentará ante el Tribunal Oral 5, que preside el juez Torres, más pruebas de la causa ESMA para reclamar que a todos los acusados les tome declaración indagatoria por 160 casos nuevos y distintos.
La legisladora expresó que tomándole declaración indagatoria de suma “urgencia” por estos 160 nuevos casos, se debería imponer nuevamente la prisión preventiva a los represores, impidiendo su libertad.
Sin medias tintas, Walsh dijo que la decisión del Tribunal “es lo peor que le puede pasar a este país” y “lo peor que le puede pasar a la lucha por los Derechos Humanos, que es una lucha llevada adelante por millones de argentinos y que ha logrado la ley de nulidad de obediencia debida y punto final”.
“Es realmente insoportable que se produzca la liberación”, bramó la legisladora quien agregó que le duele “que hoy se haga un acto en que se otorgan premios en la ex ESMA”, ya que “no es un momento para dar y recibir premios, sino momento para estar movilizados, el conjuntos de luchadores que hemos marchado por los derechos humanos”.
“Esas movilizaciones –aclaró– nunca incluyeron a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner; por eso me parece una barbaridad que mientras unos estén otorgando premios, el resto de los querellantes estemos reunidos con la zozobra que se puede liberar a los peores genocidas”.