Eduardo Mujica tiene 65 años, es soltero, taxista y vive en Boedo. Hace muy poco se enteró de una prima que comparte tatarabuelos vascos del Siglo XIX con el mismísimo presidente uruguayo, José "Pepe Mujica".
Además de tener algunos genes en común, los dos se parecen físicamente, en muchas gesticulaciones, en la vida humilde y en las tendencias ideológicas. Incluso, el Mujica porteño es chistoso como su primo montevideano.
Perfil.com encontró a este lejano pariente del mandatario uruguayo y lo entrevistó en un parque de Colegiales. Eduardo nunca estuvo en Uruguay y no conoce personalmente a su familiar "transgeneracional", como él dice. El taxista, oriundo de la localidad bonaerense de General Villegas, felicita a Pepe por "llevar muy bien el apellido" y confiesa que "le gustaría conocerlo y darle la mano".
Hincha de San Lorenzo, Eduardo Mujica cuenta que trabajó en Paraguay y Brasil. "Soy un hombre con orígenes de campo", sostiene, al igual que "Pepe", que aún pasa mucho tiempo en su chacra en las afueras de Montevideo. También es informal en el trato y usa términos callejeros y populares, algo muy típico de su pariente. "Yo ando por acá y me la rebusco", expresa.
Al hablar de su familiar lejano, Eduardo sólo tiene elogios. "Pagó por lo que hizo como guerrillero y después dio un giro total", observa. Pero, a fin de cuentas, lo que termina de delatar su parentesco con el líder del Frente Amplio son los chistes que no se cansa de contar.
