A pesar de la reticencia de los familiares, el Gobierno planea decretar tres días de duelo. En la Casa Rosada se debatía en las últimas horas cuándo sería el momento apropiado: si hoy o los primeros días de la semana que viene. Pero con una premisa: la Armada deberá ser quien tome la decisión de comunicar primero el duelo.
En este contexto, el capitán de navío y vocero de la fuerza, Enrique Balbi, dejó en claro que no había chances de encontrar a los tripulantes del ARA San Juan con vida: “(Son) horas de intenso dolor, angustia y desazón ante la pérdida de sus seres queridos, nuestros 44 camaradas”. Y agregó: “El ambiente extremo, el tiempo transcurrido y la falta de cualquier evidencia impiden sostener un escenario compatible con la vida humana”.
Ante esto, los familiares dijeron, a viva voz, lo que en privado le habían transmitido anteayer al ministro de Defensa, Oscar Aguad, en la Base Naval de Mar del Plata: no quieren que se decrete el duelo aún. Justamente, esta situación hizo que el presidente Mauricio Macri demore un mensaje al respecto, alertado por el ministro Aguad. De hecho, el jefe de Estado tenía todo preparado para hablar y finalmente optó por esperar para no generar roces.
Todo se da en el contexto en el que un buque científico de Prefectura Naval detectó una imagen de sonar compatible con el ARA San Juan, un blanco detectado que se encuentra a 477 metros de profundidad, que ayer por la tarde fue de-sestimado. “Balbi dijo que hay una sombra negra y tenemos fe que son ellos. No pueden declarar así un duelo nacional ya que sólo Dios sabe si están vivos o muertos”, dijo Marcela Fernández, esposa del suboficial Alfredo Sánchez, en las puertas de la Base Naval de Mar del Plata.
Por su lado, Margarita Vertícola, madre del salteño Daniel Polo, pidió que “no los dejen de buscar”, y se preguntó: “¿Cómo hablar de duelo si no los encontraron?”.
“Le pedimos soluciones al Presidente luego de 17 días de búsqueda. La Armada nos oculta información y necesitamos que los países del primer mundo no se retiren del lugar”, reclamó.
Otro de los familiares, Pino Arjona, cuyo hijo Ramiro es uno de los 44 tripulantes, remarcó que “más que esperanza tenemos fe”, y se quejó de que el ministro Aguad en su diálogo anteayer con los familiares “no haya dicho nada concreto”. “Estamos destruidos como familia y no nos vamos a ir con las manos vacías sino con respuestas concretas. No queremos ningún duelo. Ellos quieren que esto termine y queremos el cuerpo y la verdad de nuestros hijos”, concluyó.
En el mismo sentido, otros familiares ya se habían expresado al respecto el viernes: a pesar de que Aguad les había esbozado que no había hipótesis alguna sobre la posibilidad de que se encuentren vivos, le pidieron continuar la búsqueda y, de aparecer el ARA San Juan, intentar un rescate.
Por ello, el Gobierno en las últimas horas viene definiendo paso a paso qué hacer. Por un lado, no quiere que los familiares de las víctimas se pongan en contra del presidente Macri. Por el otro, en la Casa Rosada creen que el episodio es una “cuestión militar” con lo cual debe resolverlo primero la Armada para luego dar intervención a la Presidencia.
Fuentes oficiales aceptaban ayer que, si bien no visualizan una crisis con los familiares, “es probable que muchos de ellos nos critiquen”.
