Representantes de la comunidad judía estadounidense instaron a la presidenta Cristina Kirchner y al canciller Héctor Timerman a rectificarse de sus acusaciones contra los directivos de la AMIA y la DAIA de conspirar para hacer caer el memorándum con Irán y señalaron el daño que sus dichos le han causado al país.
“Deberían decir que lo lamentan, que no quieren que ocurra nada. La gente tiene que ser sensible con las referencias que hace y con las consecuencias de las cosas que dice. En este caso, fueron mal concebidas y esperemos que se tomen medidas para rectificar y poner fin a las teorías conspirativas que circulan en torno a la comunidad judía”, afirma Malcolm Hoenlin, vicepresidente ejecutivo la Conferencia de Presidentes de las Principales Organizaciones Judías de los EE.UU, a PERFIL.
A su vez, el funcionario destaca que “la comunidad internacional no comprende cómo se puede tener semejante intolerancia. Los pronunciamientos públicos tienen un impacto negativo en la percepción de Argentina en el extranjero. Esto no se lo puede descartar, tiene consecuencias y hay que tomar medidas para corregirlo”.
Hoenlin viajó a Buenos Aires junto con una comitiva compuesta por sus compañeros de la entidad, Richard Stone, Stephen Greenberg y Samuel Schear, además del ex presidente de los Amigos Americanos de Likud, Julio Messer; Amir Shivav, del Joint Distribution Committee, y Daniel Mariaschin, vicepresidente de Bnai Brith Internacional.
La decisión de venir la tomaron en abril, tras los embates del Gobierno contra la DAIA y la AMIA, para solidarizarse con los dirigentes locales.
Las acusaciones fueron “un shock para la comunidad judía estadounidense. Los funcionarios argentinos tienen que pensar en el impacto de sus palabras, de sus tuits y de lo que publican en Facebook. Como miembros del gobierno tienen responsabilidades, por lo que deben ser cuidadosos con las consecuencias de sus declaraciones”, destaca Hoenlin.