Acostumbrados al retraso presidencial y a la espera de la llegada de Alberto Fernández para dar inicio a un plan de obras para distintos municipios, en el Salón Dorado de la Casa de Gobierno bonaerense más de diez intendentes relataban con la situación del coronavirus en sus distritos. Entre ellos estaban Mayra Mendoza y Jorge Ferraresi, los intendentes de Quilmes y Avellaneda, localidades afectadas por el avance de la pandemia en Villa Azul. Antes de asomarse en este salón, el Presidente pidió hablar con ellos en el despacho del gobernador Axel Kicillof. Les solicitó detalles de los operativos sanitarios, pero sobretodo del reparto de alimentos y remedios para la contención de los habitantes del barrio que hoy está aislado y anunció que se retomarán las obras de urbanización de la zona.
Sentado en el escritorio del gobernador bonaerense, Alberto Fernández les dijo a Mendoza y a Ferraresi que debían llegar a casa vecino con ayuda alimentaria y que debían avanzar de inmediato con la construcción de viviendas en este barrio. Por eso hoy los intendentes mantendrán hoy por la tarde un encuentro con María Eugenia Bielsa, Ministra de Desarrollo Territorial y Hábitat. “Hay que retomar la urbanización lo antes posible”, les dijo el Presidente a los intendentes.
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La situación es distinta en ambos distritos. En Avellaneda este barrio vulnerable en el que ya se registraron 145 casos positivos tiene el 85 % del barrio urbanizado y quedan por hacer 160 viviendas. “La idea es reactivar en el corto plazo la urbanización y darle la continuidad al plan de viviendas que no pudieron darle entre 2015 y 2019”, explican desde el municipio. Del lado de Avellaneda, Villa Azul contiene hoy a mil familias.
En Quilmes, en cambio, la urbanización debe comenzar de cero. Son cuatro mil personas que viven en casillas de madera y chapa y en estructuras de viviendas inconclusas. Se trata de una obra de cerca de 80 casas que en los últimos años de la administración de Martiniano Molina se frenó, lo que dio lugar a una toma de los pocos ladrillos que había por parte de los vecinos. Por eso ahora se la conoce como la zona “La Toma”.
El objetivo es avanzar allí con un sistema de “esponjamiento” en el que se construye una primera etapa de viviendas para trasladar a las primeras familias, se demuelen los alojamientos precarios en donde hoy viven y se utilizan esos terrenos para construir más viviendas sociales para contener al barrio.
Con la urgencia de contener el coronavirus y la reactivación de distintas obras públicas que busca el Gobierno, los intendentes Mendoza y Ferraresi, buscarán acordar hoy con Bielsa la firma de convenios para avanzar con este plan de viviendas. El Presidente también le pidió a la ministra hacer un relevamiento de las viviendas sin terminar en los barrios más vulnerables para retomarlas en las próximas semanas.
RA/MC