El fiscal federal Gerardo Pollicita trabajaba ayer en la apelación del fallo del juez Daniel Rafecas, que el jueves desestimó la denuncia del fiscal Alberto Nisman contra la Presidenta, el canciller Héctor Timerman y otros dirigentes y funcionarios kirchneristas que habían sido acusados de encubrir a Irán en la causa AMIA.
Pollicita tiene tiempo hasta el miércoles a la mañana para presentar su escrito. Si decidiera no hacerlo, el expediente morirá con la decisión de Rafecas. El fiscal federal Germán Moldes apoyaría sus argumentos ante la Cámara Federal.
Ayer, el fiscal analizaba el fallo del juez y aseguró a su entorno que demostrará que le quedan sobrados elementos para apelar ante la Cámara Federal e intentar dar vuelta el destino de la causa. Así lo aseguraron fuentes judiciales a PERFIL. El jueves, antes de dar a conocer su decisión a la prensa, Rafecas citó a Pollicita en su despacho del piso 3 de los tribunales federales. Durante el diálogo, el juez le manifestó que no había dejado margen para una apelación del fiscal. Pollicita está seguro de poder contradecirlo.
En su fallo, Rafecas sostuvo que al no estar en vigor el memorándum con Irán, que fue declarado inconstitucional por la Justicia y tampoco fue ratificado por el Parlamento iraní, no existe la comisión del delito de encubrimiento denunciado por Nisman y sostenido por Pollicita en su requerimiento fiscal. Pollicita imputó a Cristina Fernández de Kirchner, al canciller Héctor Timerman y al resto de los denunciados.
Rafecas también argumentó que no había delito porque nunca cayeron las circulares rojas, condición impuesta por Irán en la supuesta negociación secreta con los imputados.
El juez podría haber optado por un camino intermedio, antes de desestimar la causa. Podría haber aceptado una hipótesis de tentativa de encubrimiento, argumentando que si bien no se llegó a poner en práctica, las negociaciones presuntas habrían existido. Podría haber ordenado medidas previas. Sin embargo, en una decisión inédita, el juez tiró por la borda la teoría de Nisman y desacreditó el argumento del fiscal Pollicita.
Rafecas ahondó en una línea que alimenta la hipótesis de que la denuncia de Nisman fue una operación política. Dijo que mientras el fiscal de la causa AMIA elaboraba la presentación contra la Presidenta, preparaba, al mismo tiempo, un escrito alabando los esfuerzos del Gobierno para obtener la captura de los iraníes prófugos. Esos escritos son idénticos y fechados en diciembre y enero (ver facsímiles en página 9), y estaban destinados a presentarse ante el Comité de Seguridad de la ONU para pedir la intervención del organismo internacional en la captura y el juzgamiento de los acusados iraníes.