Luego de los incidentes en Lago Escondido, que protagonizaron manifestantes que se trasladaron hacia las cercanías de la mansión del magnate británico Joe Lewis para pedir por un camino público, el gobierno de Río Negro adoptó una serie de medidas de seguridad.
Primero, desplegó un refuerzo de personal policial en toda la zona, para el resguardo de manifestantes y posibles involucrados. Segundo, ante la presencia de personas en el lugar que decidieron comenzar una huelga de hambre, la provincia “estableció apostar una ambulancia con profesionales médicos en la zona para atención de emergencias y eventuales traslados, en caso de ser necesario”.
Y, además, se colocó a disposición de las personas que acudieron a la zona para pedir por un sendero de acceso público un colectivo, para que quienes deseen retirarse del predio “lo hagan con la mayor seguridad posible”.
Las disposiciones ven la luz luego de los incidentes del miércoles pasado, día en el que los huelguistas sufieron agresiones, tal como lo explicó el presidente de la Fundación Interactiva para Promover la Cultura del Agua (Fipca), Julio César Urien: “La columna dos de montaña ‘Juana Azurduy’ llegó a la playa frente a la mansión de Joe Lewis. Su gente dice que tienen que salir por un camino privado. Nosotros no aceptamos eso. Si no pueden bajar por el camino público de Tacuifí se van a quedar una semana acampando hasta recibir una respuesta favorable”, explicó Urien, quien participa de la movilización junto a otros referentes políticos, sociales y gremiales.
Cabe destacar que el jueves fueron evacuados el médico y dirigente peronista Jorge Rachid y la concejala de la localidad puntana de Potrero de los Funes, Guadalupe Arrascaeta, mientras crece el interés sobre la situación en el lugar.