POLITICA

Por su tesis sexual del cerdo, CFK abrió un frente impensado

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| CEDOC

Con su discurso sobre las cualidades afrodisíacas del cerdo, Cristina Fernández de Kirchner abrió un frente impensado. No se trata de políticos o empresarios. Tampoco tiene que ver con los medios. Quien salió a contestar las palabras de la Presidenta fue el rabino y director de Or Sinai Pinjas Sudri, quien recordó que el cerdo es en realidad “un animal prohibido e impuro”.

“Por más que en esta última semana se haya recomendado comer cerdo, o se haya dicho que el cerdo es como un “afrodisíaco”, las leyes judías sobre el Kashrut (régimen alimenticio) difieren completamente”, expresó el rabino en diálogo con la Agencia Judía de Noticias (AJN).

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La recomendación de la Presidenta choca contra las creencias de buena parte de la comunidad judía. En su argumentación, Sudri recordó las dos reglas del judaísmo por las cuales se puede definir si un animal es puro o impuro. “En primer lugar, el animal debe ser rumiante y en segundo debe tener las pezuñas partidas. Todos los animales que no cumplen las dos condiciones son impuros y no aptos para ingerir en ojos de aquellos que respetan el kashrut”, aclaró.

“El cerdo es de los “peores” animales para el kashrut. Debemos partir de la base de que tiene una de las dos señales. Tiene pezuña partida, pero no es rumiante”, explica el rabino, y aclara que la regla que se detecta es interna al animal. Por ese motivo, el cerdo es uno de los peores animales que hay “porque engaña". "Por fuera parece kosher, por dentro no lo es. Y esto aplica perfectamente a la vida de los seres humanos”, asegura.