Juan Tonelli no es funcionario ni legislador. Trabaja en el ámbito privado, como consultor de empresas, y conoce a la “familia del PRO” desde sus comienzos. Con 46 años y tres hijos es el hombre que eligió Gabriela Michetti para rehacer su vida, tras su separación, y hoy es una persona clave para su candidatura a jefa de Gobierno.
—¿Le afectará a Michetti que Macri haya dado su apoyo a Rodríguez Larreta?
—No, me parece que es mirar la chiquita. Argentina vive tiempos complejos y necesita gente muy fuerte, centrada, con lo cual quedarse con la miseria... ella está muy contenta.
—¿Tuvo una charla a solas con Macri tras la decisión de que ella sea candidata?
—Sí, nos juntamos un rato a conversar. Repasamos varias cosas. Yo no soy funcionario, ni lo voy a ser. Estoy ayudando a Gaby en todas las cosas que pueda. Me gusta la política pero no para tener un rol profesional. Por eso nos juntamos a charlar, y él me dijo que esté tranquilo. Lo poco que tenemos de relación es de mucho respeto. Es una persona que escucha mucho, que pregunta. Otros líderes no son ni parecidos.
—¿Es cierto que en un momento se plantó ante Macri, quien creía que usted era quien incentivó a Michetti a ser candidata?
—No. El me dijo: “Hasta la cena (en el Four Seasons, donde la senadora anunció que iría por la Ciudad) había muchos que decían que eras vos, y esa noche me quedó clarísimo que era una decisión íntima de ella”.
—¿Y por qué fue a una cena del PRO?
—Yo acompañé a Gaby porque Marcos (Peña) le dijo que llevara a quien ella quería. Hernán (Lombardi) se iba a Chile. Igualmente tengo el rol de pareja de Gaby.
—¿La asesora también con otros temas?
—Por supuesto. Hay algo que siempre pienso del poder, y que Gaby no le escapa con este proyecto. La gente que rodea a un personaje va reduciendo lo que dice, como las malas noticias. Es una obsecuencia que siempre me pareció una desgracia. Aunque ni siquiera uno tenga la verdad, es importante escuchar. A veces tengo miedo que la gente que te rodea, o por cuidarte, o porque no quiere perder un centímetro de relación, te vaya recortando información.
—¿No cree que la interna escalará mucho más?
—Eso no lo sé. Ojalá que no, no suma nada. Lo que tiene de positivo es que, al final del día, si uno ve lo macro es como cuando sos adolescente, te peleás por una boludez y es un drama. Pero no cambia lo estructural: para el proceso político del PRO de la Argentina que viene esto es muy rico. Hay tensiones grandes, como en la vida. Pero las tensiones naturales de ahora van a ser historia, no van a ser significativas.
—¿Se lo imagina a Macri levantando la mano de Michetti si gana?
—Por supuesto. Hay tensiones razonables porque él quería que Gaby sea otra cosa. Pero ya está. Mi análisis es que si Mauricio es presidente va a tener una Argentina compleja y va a necesitar un scrum con muchos jugadores. Y Gaby es una jugadora tremenda para eso.
“No me veo funcionario”
—¿En qué momento de su vida está Michetti?
—De una madurez personal enorme. Ella está plantadísima para ser jefa de Gobierno.
—¿Cuánto de eso tiene que ver que esté enamorada?
—Es muy importante, como para cualquier persona.
—¿Van a casarse?
—Hemos hablado mucho. Ella cree mucho y le gusta. Yo soy más duro en eso. No tengo un “no”, pero en el fondo los vínculos pasan por otro lado.
—¿Cómo cambiaría su vida si llegara a ser jefa de Gobierno?
—Estoy con incertidumbre. Muchos de mis trabajos van a entrar en conflicto directo, y voy a tener que dejar clientes. Pero no me veo como funcionario, aunque me gusta mucho la política. Me veo ayudando a Gaby con un tercio de mi tiempo, y el otro tercio ver cómo reformular mi vida económica. No tengo urgencias pero tampoco es que puedo retirarme. Por otro lado me gusta escribir, por eso tengo un blog.