El inicio del juicio contra el exministro de Planificación Federal Julio De Vido, el exsecretario de Obras Públicas José López y el exgerente del Fideicomiso del Banco Nación Néstor Alberto Ulloa, por administración fraudulenta y cohecho pasivo (cobrar coimas) se postergó para el próximo 15 de abril.
Se trata de la causa Skanska, por la cual una constructora sueca se vio involucrada de manera directa en la investigación sobre el delito de cohecho.
La decisión del Tribunal Oral Federal Número 4 de aplazar el debate del primer escándalo de corrupción durante la era kirchnerista se debió a problemas con el lugar en el que se iba a realizar la audiencia inicial donde la asistencia de las partes es de carácter obligatorio.
Se trata de la Sala AMIA ubicada en el subsuelo de los tribunales de Comodoro Py, que se vio afectada por el fuerte temporal que azotó no solo a la Ciudad de Buenos Aires, sino también al área metropolitana y varias provincias de todo el país.
Otra de las razones por la que se postergó el debate que iba a iniciarse el próximo lunes tiene que ver con la superposición del juicio de la causa conocida como El Entrevero, que también encabeza el TOF 4 y que se encuentra en la etapa de los alegatos.
Además de De Vido, López y Ulloa, también serán enjuiciados otros exfuncionarios y directivos de la filial Argentina de Skanska, entre ellos Mario Piantoni, Gustavo Vago, Ignacio de Uribelarrea, Javier Azcárate, Héctor Osvaldo Obregón, Eduardo Varni, Juan Carlos Bos, Alejandro Gerlero y Roberto Antonio Zareba.
A todos los exdirectivos se les endilga la participación en el delito de administración fraudulenta.
En lo que refiere a la Justicia, por el Ministerio Público intervendrá en el proceso el fiscal Abel Córdoba.
Asimismo está previsto que en el debate, cuyas audiencias se realizarán semanalmente, declaren unos 90 testigos.
Según pudo saber PERFIL, entre ellos está citado el exministro de Economía de Néstor Kirchner, Roberto Lavagna; la extitular del Palacio de Hacienda Felisa Miceli, el exsecretario de Energía Daniel Cameron y el antiguo titular de Repsol, Antoni Brufau.
El escándalo que estalló hace 19 años fue investigado en principio por la Justicia en lo Penal y Económico.
Posteriormente pasó al fuero federal, donde se dispuso su cierre. Sin embargo, el fiscal federal Carlos Stonelli apeló esa decisión, que llegó a la Corte Suprema, donde se ordenó la reapertura de la causa.
De nuevo en Comodoro Py, y ya en manos del juez Sebastián Casanello, el magistrado manejó la investigación bajo la hipótesis de que Skanska pagó dádivas ilegítimas a funcionarios del Ministerio de Planificación, “justificando dichas erogaciones mediante facturas apócrifas” que fueron compradas a la empresa Infinity Group “con la finalidad de beneficiar a la referida empresa en las contrataciones de la ampliación de los gasoductos Norte y Sur”, según escribió Casanello en uno de sus fallos al respecto.
Con este juicio oral a punto de comenzar, De Vido enfrentará su quinto juicio en el que, tras haber sido hallado culpable en los expedientes por la tragedia de Once y la adquisición de trenes chatarra a España y Portugal, podría sumar una nueva condena por corrupción.
Por otro lado, si no fuera condenado, sumaría su tercera absolución, como ocurrió en la causa por el ingreso de la valija con 800 mil dólares del empresario venezolano Guido Antonini Wilson y el redireccionamiento de obra pública en la provincia de Santa Cruz a favor de Lázaro Báez.
Cabe destacar que ambas sentencias de dos tribunales distintos fueron apeladas y se encuentran actualmente en instancia de revisión por parte de la Cámara Federal de Casación.
