“Hugo Chávez es la puerta de entrada de Irán para América Latina. Y Hugo Chávez es también el principal aliado de Argentina. Es una relación que no entendemos y que nos preocupa”. La confesión de un importante diplomático israelí revela las verdaderas intenciones de la visita del presidente de Israel, Shimon Peres, a Buenos Aires después de dos décadas de ausencia de un mandatario hebreo en Argentina.
Es extraño que hayan pasado tantos años para que la comunidad judía en Argentina –la más grande de América latina, con unos 300 mil integrantes–, pueda recibir la visita del presidente israelí. Pero es que los últimos años fueron muy controvertidos para las relaciones entre Buenos Aires y Tel Aviv. Sobre todo, desde que dos sangrientos atentados –contra la embajada de Israel en 1992, y contra la mutual judía de la AMIA en 1994– hicieron estallar por el aire la confianza entre ambos países.
Ambos golpes continúan impunes, pero Peres entendió que era tiempo de venir al sur: el presidente iraní Mahmud Ahmadinejad visitó la Venezuela chavista el año pasado y este año volverá a hacerlo luego de pasar también por Brasil. La gira de Peres se inició, precisamente, en suelo brasileño. “Es una movida fuerte de Israel para tratar de contrarrestar lo que se evidencia como una creciente presencia de Irán en la región”, señaló en estos días, por si quedaban dudas, un comunicado de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA).