La Sala I de la Cámara Federal de Apelaciones procesó hoy al abogado Santiago Viola, ex defensor de Leandro Báez -uno de los cuatro hijos de Lázaro Báez- por considerarlo responsable de la operación contra el juez Sebastián Casanello. La maniobra, realizada en 2016, sostenía falsamente que el magistrado había visitado la Quinta de Olivos y fue con el objetivo de desplazarlo de la causa conocida como “la ruta del dinero K”.
Viola había sido indagado en 2018 y el juez Luis Rodríguez le dictó la falta de mérito. Entonces, tanto Casanello, querellante en la causa, como el fiscal del caso, Carlos Stornelli, apelaron la decisión y hoy la Cámara, por mayoría, les dio la razón.
Casanello fue objeto durante años de varios intentos por desplazarlo del caso que tiene a Báez detenido desde hace más de tres años y que está en juicio oral y público desde octubre pasado. Uno de esos intentos fue a través de la versión que aseguraba que había estado en Olivos, reunido en 2015 con la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner, en plena investigación del expediente.
Casanello fue objeto durante años de varios intentos por desplazarlo del caso que tiene a Báez detenido desde hace más de tres años
Las versiones que lo ubicaban allí fueron desmentidas por la justicia y los dos presuntos testigos del hecho quedaron procesados por falso testimonio y están siendo juzgados por el caso en este momento. En tanto que, desde octubre de 2017, también por orden de la Cámara Federal de Apelaciones -a la hora de confirmar esos procesamientos-, se comenzó la investigación tendiente a develar la maniobra detrás de esas falsas acusaciones contra el juez.
En el curso del expediente se estableció que los dos testigos que afirmaron haber visto a Casanello en Olivos se habían comunicado un total de 238 veces entre llamados al celular del fiscal Eduardo Miragaya y al teléfono del estudio que Viola comparte con su madre, la también abogada Claudia Balbín. Miragaya es un cuestionado fiscal, que tuvo su paso por la AFI tras la llegada del macrismo al poder, en tanto que Viola se hizo cargo de la defensa de los hijos de Báez varios años después de comenzado el expediente y, a pesar del extenso material para estudiar, lo primero que hizo, pocos días después de asumir fue intentar el apartamiento de Casanello. Por su lado, los dos testigos que habían asegurado haber visto a Casanello en Olivos y que quedaron procesados por falso testimonio fueron Gabriel Corizzo y Carlos Scozzino.
En el curso del expediente se estableció que los dos testigos que afirmaron haber visto a Casanello en Olivos se habían comunicado 238 veces con el fiscal Eduardo Miragaya y con Viola
Al momento de decidir hoy, los camaristas Pablo Bertuzzi y Leopoldo Bruglia, tomaron en cuenta lo sostenido por Stornelli sobre la responsabilidad de Viola en el caso y valoraron “la cronología de los hechos investigados”.
En ese sentido destacaron que, como se desprende del escrito de Viola para recusar a Casanello, se ofreció el testimonio de Corizzo, “en forma súbita, alegando que se trataba de una prueba sobreviniente que venía a acreditar su hipótesis inicial, esto es, los vínculos existentes entre el magistrado y la expresidente, extremo que pretendió luego robustecerse con el testimonio presuntamente espontáneo del Sr. Scozzino, sustentado en una denuncia por amenaza”. A Miragaya, Rodriguez también le dictó la falta de mérito, pero en su caso, a diferencia del de Viola, la decisión no fue apelada.
CD CP