Una inesperada disputa continúa desarrollándose en el Municipio de General Pueyrredón, luego de que el ex intendente Carlos Fernando Arroyo planteara una demanda a las autoridades del partido para que le paguen vacaciones no gozadas en el último año de su gestión, cuyo tramo fue entre 2018 y 2019.
En las últimas horas, la Comuna solicitó a la Justicia de Mar del Plata -ciudad cabecera del municipio- que desestime el pedido del ex mandatario al indicar que "incurriría en un abuso desmedido si se permitiera que los ex funcionarios dejen de gozar de sus licencias para luego cobrar indemnizaciones exorbitantes". Sin embargo, Arroyo, ex aliado de Juntos por el Cambio, insiste en su presentación.
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La demanda del ex jefe comunal fue instaurada en junio de 2021, después de que en febrero de ese mismo año el actual intendente de General Pueyrredón, Guillermo Montenegro, rechazara el trámite administrativo para lograr que se le abone el dinero a través del Decreto 241/21.
Qué dijo la municipalidad sobre la demanda de Arroyo
Los abogados de la subsecretaría Legal y Técnica del municipio resaltaron que “la realidad de los hechos no coincide en absoluto” con el relato del ex jefe comunal, al mismo tiempo que lo acusaron de "comprometer la responsabilidad de la Municipalidad".
Por otro lado, afirmaron que, en caso de que se apruebe lo que Arroyo solicita, le causaría un "perjuicio económico directo a cada uno de nuestros vecinos que abona todos los emolumentos con el pago de sus impuestos", según recoge el medio 0223. En tanto, destacaron en el escrito que "no existe duda alguna" de que las vacaciones como regla general deben ser gozadas y no compensadas en dinero.
En el documento, las autoridades municipales aseguraron que es cierto que en el instituto del derecho laboral argentino "aquellas personas que son despedidas por el empleador tienen derecho a percibir las vacaciones no gozadas correspondientes al período en que se produce, ahora bien, ello no sucede con un cargo político".
"Carlos Fernando Arroyo conocía plenamente que su mandato comenzaba el 10 de diciembre de 2015 y que concluía el 10 de diciembre de 2019, por lo cual debió prever la situación”, precisaron. Por último, mencionaron que "no existe constancia" de que el predecesor de Montenegro haya solicitado las licencias en cuestión.
Vacaciones: el reclamo del ex intendente
Arroyo asumió el cargo en 2015 por la coalición de Juntos por el Cambio tras haber renunciado a su puesto como concejal. En 2019, anunció que buscaría la reelección pero por fuera de la alianza con la que había ganado, mediante una boleta propia. Finalmente, quedaría en quinto lugar con el 3,83% de los votos en los comicios que consagraron a Montenegro, dirigente del PRO.
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En su momento, Arroyo había dicho que el decreto del actual intendente fue "un acto administrativo viciado de legitimidad y arbitrariedad manifiestas" que afectaron sus derechos "subjetivos y patrimoniales".
En ese sentido, justificó que "el no goce en forma efectiva de la licencia por descanso anual no fue una decisión voluntaria para obtener un beneficio económico, sino la consecuencia necesaria de las exigencias de la función que impidieron por razones de servicio gozar en forma efectiva de ese beneficio".
En la resolución municipal, Montenegro, junto al secretario de Gobierno, Santiago Bonifatti, dijeron que el planteo del ex jefe comunal se refiere a las vacaciones correspondientes al último año calendario, "que no fueron gozadas a causa del cese del agente, puesto que siendo la referida licencia de obligatorio cumplimiento, se pierde todo derecho a su uso vencido el plazo acordado por la ley a ese efecto, sin que la misma norma establezca compensación o indemnización sustitutiva".
fp cp