Su llegada al Congreso fue una sorpresa para muchos cordobeses. Pero su fallido debut generó más sorpresa aún y su nombre tomó una notoriedad inusitada. Gabriela Brouwer de Koning era una figura poco conocida incluso para dirigentes del radicalismo cordobés, que empezaron a indagar en profundidad sobre ella en las últimas horas luego de que su ausencia en la votación del proyecto de Bienes Personales fuera una de las claves para la derrota de la oposición.
Hija de un ex intendente de Río Tercero y ella misma ex funcionaria municipal, su cargo más reciente era el de presidenta del Concejo Deliberante. Está referenciada políticamente con el intendente, Marcos Ferrer, que fue uno de los principales impulsores de la candidatura de Rodrigo De Loredo, al punto tal que fue su jefe de campaña tanto en las PASO como en las generales. Esa alianza fue la que la llevó al puesto 4 de la lista de las primarias y al sexto en la lista definitiva.
Ese lugar en un principio se había barajado para Brenda Austin, diputada radical a la que se le vencía el mandato, pero lo habría rechazado por considerar que era un puesto que difícilmente pudiera entrar. La elección de la boleta que encabezaron Luis Juez y De Loredo sorprendió y finalmente se llevó seis bancas, cifra inusual en Córdoba.
Su alianza con De Loredo se mantuvo y fue una de las que rompió el bloque de la UCR para armar Evolución Radical, el espacio de diputados referenciados en Martín Lousteau. Fueron De Loredo y Emiliano Yacobitti los primeros que tuvieron que convencerla de que no se podía ir de vacaciones apenas después de jurar como tenía previsto originalmente. Finalmente cambió su pasaje y quedó en encontrarse con su familia en Miami el último fin de semana. Se fue el sábado, cuando ya se sabía que el martes estaba convocada la sesión que impulsó la oposición, con su propio voto.
“Excelente mina, licenciada en Ciencia Política (Universidad Católica de Córdoba) y abogada (Universidad Blas Pascal)”, así la definen desde Río Tercero, donde la defienden pero no dejan de lamentarse por su mal paso. Ven también cierta saña en algunos sectores del radicalismo y el macrismo, con críticas desmedidas para forzar su renuncia. En ese caso, asumiría Mariana Ispizua, del PRO, quien fuera en la lista de las PASO con Mario Negri. “Buena mina con un mal asesoramiento de cómo funciona la cámara”, concede otra fuente consultada.
Brouwer de Koning mamó la política desde chica, por su abuelo primero y su padre después. El caso de su padre, Luis Brouwer de Koning, es particular porque llegó a ser intendente de dos municipios distintos. Primero en Villa Ascasubi, donde vivían cuando nació la actual diputada, entre 1991 y 1995, y después en Río Tercero, entre 2003 y 2011.
Fue en la gestión de su padre cuando Gabriela incursionó en la administración pública, como directora y secretaria de Asuntos Vecinales. Después tuvo un período como concejala, con Alberto Martino ya como intendente de Río Tercero, pero en su segundo mandato asumió como directora de Diseño y Gestión de Proyectos. Hasta que en 2019, acompañando la candidatura a intendente de su actual padrino político, Ferrer, volvió al Concejo Deliberante, órgano que fue elegida por sus pares para presidir hasta que pidió licencia para saltar al Congreso Nacional.
Madre de dos hijos (Ginno y Astor), la diputada de 41 años tendrá ahora el desafío de reencauzar la relación con sus pares en el Congreso, donde se repiten los comentarios y las anécdotas de legisladores que debieron suspender viajes o incluso bajarse de aviones para estar en una sesión o, incluso, una comisión. Pero sobre todas las cosas deberá evaluar qué explicaciones le da a sus representados ya que se tomó vacaciones a la semana de asumir al cargo para la cual la votaron 1.064.246 cordobeses, probablemente muchos sin conocerla hasta ahora.
cp