En plena crisis de 2001, Cecilia Nicolini eligió cursar Ciencias Políticas en la Universidad Católica Argentina porque la carrera le permitía estudiar por la noche y trabajar durante el día, para así ayudar a la castigada economía familiar. Tenía 18 años y lejos estaba de convertirse en una de las asesoras presidenciales. Alberto Fernández la eligió el mes pasado para que viajara junto a Carla Vizzotti para dar el visto bueno al acuerdo con el gobierno ruso a la compra de 25 millones de vacunas contra el Covid-19, que el mandatario anunció este lunes.
Nicolini tuvo un paso por la función pública en el Ministerio de Turismo de Enrique Meyer, durante la presidencia de Néstor Kirchner. Desde 2007, emigró con una beca a Madrid, luego pasó por Canadá y México, hasta que en los últimos años se instaló en Boston, donde completó una maestría de Administración Pública en Harvard y realizó investigaciones en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT).
La funcionaria se embarcó el 17 de octubre pasado rumbo a Moscú. Junto a la número dos del Ministerio de Salud, Vizzotti, pasaron una semana en el Instituto Gamaleia, el centro de investigaciones del Estado ruso que desarrolló la vacuna. “Tuvimos una agenda muy intensa, estuvimos con los creadores de la vacuna, visitamos las instalaciones, también nos reunimos con los responsables del fondo de inversión de Rusia y funcionarios del Ministerio de Salud, académicos, profesionales de la salud”, contó la funcionaria a Perfil.
Con la información disponible, Vizzotti y la asesora le dieron el visto bueno al Presidente, quien luego anunció la adquisición de 50 millones de dosis de la Sputnik V. “El procedimiento con esta vacuna es el mismo que llevamos adelante con el resto, que están en un estado avanzado de la fase 3. Todas están en proceso de registro de la Anmat. Vamos a adquirir vacunas que sean seguras”, aclara Nicolini.
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Su vínculo con la secretaria de Acceso a la Salud arrancó en el comienzo de la pandemia. "Con Vizzotti trabajamos desde el primer día . Al principio, los esfuerzos estaban puestos en fortalecer el sistema sanitario, trabajamos en el desarrollo de los kits de detección y pusimos en marcha el Plan Detectar; también trabajamos en el aprovisionamiento de los elementos de protección con la coordinación de las industrias que se fueron reconvirtiendo y con las empresas de respiradores, por ejemplo", cuenta.
La Sputnik V fue un ofrecimiento del gobierno ruso al argentino. Si la fase 3 resulta exitosa, llegarán en diciembre al país las primeras 10 millones de vacunas, y otras 15 millones en lo harán enero (cada una comprende las dos dosis que se aplicarán a cada ciudadano). Nicolini, junto al ministro Ginés González García y Vizzotti, está trabajando en la adquisición de las otras vacunas que están en proceso avanzado. Por ejemplo, la de Pfizer, con la que ya se firmó un borrador para que en diciembre lleguen las primeras 750 mil dosis. Además de AstraZeneca, que la fabricará en el país y en México.
La funcionaria, que reporta al jefe de asesores Juan Manuel Olmos, destaca que tienen “sobre la mesa” varias vacunas. Mientras avanza en el diseño de un plan nacional para inocular a millones de argentinos. “Estamos trabajando con laboratorios internacionales y avanzamos con las vacunas que tenemos a disposición, y a las que podemos acceder. Se trata de una estrategia combinada”, explica la asesora, ya que, agrega, “vamos a poner en marcha la mayor campaña de vacunación de la historia argentina”.
Nicolini era coordinadora del Grupo de Puebla y conoció a Fernández el año pasado a través del chileno Marco Enríquez-Ominami. Lo asesoró en la gira internacional que el entonces candidato presidencial realizó por España y Portugal. “En ese momento me propuso trabajar con él en un proyecto desafiante. Trabajar en mi país, para mi país. Así que desde el 10 de diciembre volví a la Argentina después de casi 15 años afuera, donde me formé y trabajé”, señala.
FA/MC
