“(Hugo) Anzorreguy y (Rubén) Beraja sólo querían involucrar a Irán”, manifestó el diplomático de la República Islámica, Mohsen Rabani, uno de los acusados por el fiscal Alberto Nisman, de participar en la organización del atentado a la AMIA perpetrado en 1994, que dejó el saldo de 85 muertos.
El iraní, mediante una entrevista telefónica al programa A Dos Voces, señaló a la vez, que el pedido de captura internacional que el país islámico podría pedir contra el fiscal Nisman, el juez federal Rodolfo Canicoba Corral y su antecesor en la causa AMIA, Juan Galeano, forma parte de código penal local.
“Nosotros tenemos un código penal, si alguien daña la imagen con acusaciones falsas, el fiscal puede pedir la captura de estas personas”, señaló Rabani.
A su vez Rabani acusó tanto a representantes del gobierno de Carlos Menem como a autoridades de la comunidad judía argentina, al manifestar que el ex jefe de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE), junto al ex presidente de la DAIA, “no quisieron investigar otras pistas”.
Por su parte, el actual vicepresidente de la AMIA, José Adaszko, en contestación a las declaraciones del dirigente iraní, invitó al dirigente a presentarse a la Justicia argentina, “si es que no tiene nada que ocultar”.
Rabani forma parte de los ocho funcionarios iraníes acusados de organizar el ataque a la mutual judía; en la misma imputación también está involucrado el ex presidente de Irán, Alí Rafsanjani.