La situación de Florencio Randazzo dentro del gabinete sigue siendo crítica. Pero no terminal. El secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini, presionó esta semana para recomponer la averiada relación entre Cristina Kirchner y su ministro. Lo que consiguió fue que la jefa de Estado lo recibiera en la Quinta de Olivos. Sin embargo, el resultado no fue el que esperaba el flamante compañero de fórmula de Daniel Scioli.
“La decisión de Florencio fue egoísta. Y eso en el kirchnerismo se termina pagando. Fijate lo que le pasó a Alberto Fernández”, sentenció un importante funcionario en diálogo con este diario. La conclusión que sacaron los miembros del gabinete es que Randazzo seguirá en el cargo hasta diciembre, pero sin vuelo político ni de gestión, como ocurría hasta ahora.
Los intentos de Zannini fueron más allá. El secretario de Estado le pidió al sciolismo que no le hicieran el “vacío” al funcionario. En el entorno del gobernador contestaron que no tienen rencor, que saben que el ministro se equivocó. No creen que el pedido de Zannini se extienda a un futuro gobierno de Scioli. “Si tiene orgullo, no va a querer estar en un gabinete liderado por Daniel”, especificaron, en diálogo con este diario.
Mientras tanto, la tropa de Randazzo está lastimada. En La Plata, por ejemplo, la mesa chica del ministro apoyará la candidatura del actual intendente, Pablo Bruera. Si bien cerca del “Flaco” sostienen que se arrepintió de haber rechazado la Gobernación, a muchos les dolió haber quedado a la deriva. Legisladores y candidatos a intendentes no renovarán o no tendrán un respaldo para presentarse a las elecciones.
En el Gobierno, siguen castigándolo. Prueba de ello son las reiteradas declaraciones del jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, que dice haberle pedido que se bajara de la “moto”. De ahora en adelante, es posible que las recriminaciones públicas cesen, pero las internas no. Randazzo quedó completamente aislado, sin poder de decisión dentro de su ministerio, con la obligación de continuar hasta el 10 de diciembre, como le prometió a Cristina Kirchner en su carta, pero sin el amparo político que tenía hasta ahora.
Difícil será la situación para el ministro cuando haya que inaugurar obras ferroviarias con Scioli y Zannini. El tiempo lo esclarecerá.