Las 17 héctareas que componen la ex Escuela de Mecánica de la Armada son más que un símbolo de la última dictadura militar, también configuran el lugar elegido por el kirchnerismo para levantar la bandera de los Derechos Humanos. Hoy es un espacio en el que los organismos se dividieron las más de treinta instalaciones, donde confluyen internas y falta de presupuesto para obras en el predio donde pasaron más de cinco mil personas secuestradas.
En los organismos de Derechos Humanos, que prefirieron no hacer declaraciones, coincidieron en que no hubo una unidad de criterio para la ESMA, sino un conjunto de intenciones que dependían de que cada agrupación consiga el financiamiento.
El loteo de los edificios comenzó a fines de 2007, cuando se desalojó. La primera que logró avanzar fue Hebe de Bonafini, quien armó el Espacio Cultural Nuestros Hijos. También el Centro Cultural Haroldo Conti logró desplegar una agenda de talleres, ciclos de cine, una biblioteca y un centro de documentación. Otro proyecto exitoso fue el Archivo Nacional de la Memoria, con tres edificios, donde trabaja el equipo argentino de antropología forense. Además, en el ex pabellón de máquinas hoy funcionan los canales Encuentro y Paka Paka, y el portal Educ.ar.
Lea la nota completa en la edición impresa del Diario PERFIL.