POLITICA

Risas, gritos y bromas mientras votaban los candidatos

CFK rebautizó a su hijo de 35 años, Alfonsín promovió el turismo y De Narváez hizo una hora de cola.

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La Presidenta Cristina Fernández de Kirchner logró hoy despertar la risa de los periodistas al llamar "Maximito" a su primogénito, de 35 años, en tanto Beatriz Rojkés, esposa del gobernador de Tucumán y candidato a la reelección, José Alperovich, la pasó mal cuando una ciudadana le gritó "ladrona" en el lugar de votación.

Con un aire de fingido alivio, el candidato a la Casa Rosada de Izquierda Unida, Jorge Altamira, se refirió risueñamente a la campaña por el "voto solidario" que, sin desfallecer, encabezó para poder presentarse en los comicios de octubre.

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"Ahora faltan 399 mil votos", señaló Altamira, al salir del cuarto oscuro, aludiendo así a la necesidad que tiene su agrupación para reunir los 400 mil votos que le permitirán participar en las próximas elecciones presidenciales.

Quien aprovechó el escenario de las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias que se realizan por primera vez en el país fue el candidato de Udeso, Ricardo Alfonsín, para promover el turismo hacia Chascomús.

"(La Laguna) es ideal para ver los atardeceres", destacó el radical, al indicar que eso es lo que hacía precisamente su abuelo y algunos personajes famosos de esa ciudad del interior bonaerense.

El hijo del fallecido ex presidente Raúl Alfonsín contó que a él mismo le gustaba "leer al costado de la laguna" y ver los crepúsculos.

Su aliado político, el candidato a gobernador de Buenos Aires por UDESO, Francisco de Narváez, dio muestras de temple al esperar, sin quejarse, casi una hora en una fila de una escuela de la ciudad bonaerense de Luján para emitir su voto.

El postulante dejó en claro que ejerció su derecho cívico como cualquier persona, sin ningún "privilegio" y soportando estoicamente la demora.

La Presidenta, precandidata a la reelección, tuvo un gesto de ternura al llamar a su hijo con el diminutivo "Maximito", tras emitir su voto en una escuela de Santa Cruz.

Ante la risa de algunos de los periodistas que cubrían el acontecimiento, la jefa de Estado se percató del apelativo con el que se refirió a su hijo, cuya mujer, María Rocío García, acaba de perder un embarazo: "Cuando me escuche se va a enojar", aventuró.

Otro hecho singular que protagonizó la titular del Ejecutivo nacional tuvo lugar también cuando hablaba con la prensa. En un momento le dedicó un "gracias, mi amor" a un mujer que, a los gritos, le estaba haciendo un reclamo.

La mujer en cuestión, Teresa Coronel, una de las víctimas atropelladas por el ex ministro de Gobierno santacruceño Daniel Varizat en el año 2007, le gritó en un momento: "Presidenta..., juicio y cárcel a Varizat".

Fue ahí cuando la jefa de Estado interrumpió una fracción de segundo su diálogo con los periodistas para atender lo que confundió con un gesto de apoyo: "Gracias, mi amor", le devolvió.

Quien la pasó mal fue Beatriz Rojkés, esposa del gobernador de Tucumán, a quien una ciudadana le gritó "ladrona" en el lugar de votación.

Sin embargo, la vicepresidenta nacional del Partido Justicialista y titular del PJ tucumano no se amilanó: "Hacé la denuncia porque a mí nadie me va a decir ladrona", le replicó.

La falta de tinta se convirtió en un dato curioso de las elecciones primarias de hoy: en muchos centros de votación hubo problemas a la hora de sellar los DNI de los ciudadanos que cumplieron con la obligación de emitir su sufragio.

Fuentes judiciales explicaron que en toda la Capital Federal y también en otros puntos del país las almohadillas provistas por la justicia electoral y la tinta para ellas careció de la calidad suficiente para sellar los documentos tras la votación.

La jueza federal María Servini de Cubría reconoció el problema, explicó que los funcionarios electorales recomendaron agregar agua a las almohadillas y señaló que como esa medida resultó insuficiente, "hubo gente que se retiró sin la libreta sellada pese a que había emitido el voto".

Hubo otro detalle a considerar como una curiosidad durante la jornada: al parecer nadie sabía muy bien dónde votaba, porque las páginas de Internet y las líneas telefónicas destinadas a informar datos del padrón estuvieron colapsadas gran parte del día.

Pero no todos fueron hechos divertidos: un hombre fue atropellado en el departamento mendocino de San Rafael cuando salía del establecimiento educativo al que había concurrido a votar y sufrió lesiones leves, mientras que en Godoy Cruz un presidente de mesa fue asaltado cuando se dirigía a tomar su puesto para comenzar su labor.

Fuente: DyN